Esto que aquí aparece bien podría ser ese regreso del Opel Manta que tanto anticipamos. Este era el concepto que la marca alemana anunció cuando actualizaron su logo, y como era de esperarse estrena esa nueva insignia. Es el Opel Experimental Concept, un prototipo eléctrico que sirve como inspiración para futuros modelos de la marca, con ideas peculiares como una cabina sensorial, realidad aumentada o un volante plegable.
El Opel Experimental Concept se estrena antes de tiempo, ya que su presentación al público será en el Salón de Múnich en septiembre. Así como Lancia con su concepto Pu+Ra HPE, la misión de este vehículo es inspirar a los Opel del mañana. Tal vez su corte cupé con una pizca de crossover adornen al retorno del Manta, del que se sospecha será una camioneta. Sea ese el caso o no, es un prototipo para que los diseñadores e ingenieros de Opel den rienda suelta a su creatividad.
Burbuja 100% aerodinámica
La primera directriz que sigue el Opel Experimental Concept es su eficiencia aerodinámica. Pocas superficies sobresalen en su forma cupé casi como una gota de agua, con un frente afilado como una flecha. Opel prefiere acentos en verde brillante en vez de apliques cromados o en negro piano para acentuar las formas de este atlético prototipo.
Su cabina es literalmente una burbuja encapsulada en cristal, elemento que en la vida real sigue sin ser muy práctico. Adelante ductos de aire y un par de difusores permiten que el Opel Experimental Concept sea lo más eficiente posible al cortar el aire. Hasta las llantas (hechas de material reciclado) de Goodyear y rines Ronal trabajan en pro de maximizar ese corte aerodinámico.
Opel nos dice que las dimensiones del Experimental Concept lo ubican en el segmento C de crossovers. Es decir, tiene un tamaño que ronda los 4.5 metros, similar a un Opel Grandland.
Experiencias sensoriales minimalistas por dentro
No obstante, Opel hace gala de una cabina gigantesca, cortesía de la generosa distancia entre ejes ayudada por el tren motor eléctrico. Una de las soluciones es la eliminación de la columna de dirección, optando por un sistema por cable (steer by wire) más compacto y lleno de sensores. La idea es que tenga conducción autónoma y el volante se repliegue para otorgar mayor espacio en el interior.
En la cabina viven diferentes soluciones ecológicas, como sillas fabricadas con material impreso en 3D. En el medio hay algo que Opel llama “el puente tecnológico”, que contiene una inteligencia artificial que proyecta la información en pantallas transparentes y head-up displays. El toque final está en los materiales que rodean el interior. Estos integran sensores y materiales que reaccionan como sensores de proximidad y elementos interactivos que crean un ambiente único en la cabina.
Aunque ellos no lo revelaron, sabemos que este Opel usará la nueva plataforma eléctrica de Stellantis (STLA), con una arquitectura de 800 voltios. Detalles sobre su tren motor o baterías son un misterio, pero la misión de este concepto es presentar el punto de partida que pueda seguir Opel en materia de diseño en unos años.