Los coreanos por fin dejaron que la división de alto desempeño de Hyundai pusiera sus manos sobre el IONIQ 5. La espera valió la pena, porque después de regalarnos otra lista en YouTube con mucho Eurobeat, Hyundai reveló ante el público de Goodwood el nuevo IONIQ 5 N, su primer hot hatch electrificado. Y, a diferencia de su primo el Kia EV6 GT, la gente de N Motorsport desató toda su locura en el eléctrico de Hyundai.
La idea de un Hyundai IONIQ 5 N no es nueva, pues prácticamente apenas fue lanzado muchos esperábamos su aparición. Hace un año recibimos confirmación de que estaba en desarrollo, con algunos prototipos emergiendo en el Nürburgring en búsqueda de los límites del hatchback eléctrico de Hyundai. Su forma podrá parecer algo genérica para unos, y sus toques retro quizá no encanten a todo el mundo, pero hay que admitir que el IONIQ 5 luce muy bien en el color azul de Hyundai N.
Creando al hot hatch del mañana
Para empezar, Hyundai N casi que duplicó el poder de un IONIQ 5 estándar. En estado de reposo los dos motores del IONIQ 5 N desarrollan 600 caballos de potencia, 23 más que un Kia EV6 GT. Eso es hasta que activa el modo N Grin Boost, algo que traduce a “impulso que induce sonrisas”. Apretando esa palanca en el volante despierta la rabia del tren motor del IONIQ 5 N, elevando su potencia a 641 caballos, con la mayoría viajando a las ruedas traseras. Solo es por 10 segundos, pero lo que Hyundai hizo fue instalar un “turbo eléctrico” que hace girar las bobinas de cada unidad eléctrica a más revoluciones a cambio de unos equinos adicionales.
Si eso no es suficiente, observe la transmisión secuencial de 8 marchas. Sí, un eléctrico con más de dos velocidades que Hyundai llama N e-Shift. La idea es otorgar una sensación similar a un motor a combustión, utilizando variaciones en el torque para que esas 8 marchas hagan “surgir” la aceleración del IONIQ 5 N. Básicamente es la función perfecta para quien cree que está en Rápido y Furioso y debe hacer 1.000 cambios de marcha por segundo.
Cargado de tecnología y soluciones avanzadas
Otros detalles en desempeño están en los frenos, afinados en el Nürburgring para encontrar el balance ideal entre regeneración y efectividad. Si alguna vez ha conducido en el ‘Ring (en un videojuego) sabrá que tiene frenadas bastante fuertes, y Hyundai se esforzó por minimizar el desgaste de estos durante frenadas prolongadas. Por cierto, los discos delanteros miden 400 mm y los traseros 360 mm, con cuatro pistones en las mordazas.
La dinámica del chasis y suspensión se afinó para ser más precisa y rotar mejor en curvas; la dirección también es más certera y a pesar de ser electroasistida otorga mejor feedback al conductor. El diferencial electrónico tiene modo drift porque eso es lo que nos interesa a los jóvenes estos días, con un sistema que distribuye el torque y la rotación de las ruedas para que sea todo un Keiichi Tsuchiya. Y para rematar, hay 11 modos de ajuste a ese diferencial y distribución de torque.
¿Modos de manejo? Hyundai no se olvidó de ellos, con control de lanzamiento y un modo N Race que le da a elegir entre “una carrera corta o de resistencia”. Finalmente las baterías crecen a 84 kWh, recibieron refrigeración optimizada para ir al límite de forma más constante; al igual que cambios para reforzar su integridad junto al chasis.
Es un IONIQ 5 después de todo… con un bodykit
Si ignora la enorme letra N en el volante, el frente con un splitter y el spoiler trasero, Hyundai no olvidó el origen práctico del IONIQ 5. Esos toques frontales en color negro y los enormes rines son lo único que delatan la verdadera naturaleza de este Hyundai, por si el conductor aún no presiona a fondo ese acelerador. Con tanto entusiasmo casi olvidamos que este hot hatch es capaz de un 0 a 100 km/h en 3.4 segundos y a fondo superará los 260 km/h.
Este es un hatchback práctico diseñado con un sinfín de tecnología y muchas mentes brillantes para ser superior a otros hot hatches e incluso exóticos que cuesten el doble o triple. Es como el Nissan GT-R hace unos años, solo que azul cielo y hecho en Corea del Sur.
Cerramos con los pequeños cambios estéticos en el interior, como acentos rojos más deportivos, sillas tipo cubo con mucho soporte lateral, más superficies suaves, botones extra para controlar ese “turbo momentáneo”, y los tintes N en la interfaz que liberan todas las posibilidades del Hyundai IONIQ 5 en la calle o la pista. Tal vez la electricidad siga siendo un tema controversial, pero cuando Hyundai desarrolla algo con tanta pasión y elementos interesantes, es difícil no darles al menos una oportunidad. Tendremos que esperar, porque el IONIQ 5 llegará a Europa a inicios de 2024.
