Cuando BMW quiere hacer algo, lo hace a lo grande. Después de renovar a la S 1000 RR y presentar al nuevo M2, ahora también le aplicaron el tratamiento M a la S 1000 R. Sin más preámbulos, aquí está la nueva BMW M 1000 R, o M R para los amigos. Después de varios renders de la S 1000 R con cara de S 1000 RR, hoy por fin se conoció como es la naked definitiva.
Para que no se pierda, vamos por partes. La S 1000 R es la versión sin carenado de la S 1000 RR, una moto con tecnología de competencia, pero más usable para el día a día. Ahora, con la aplicación de la M, esta moto se vuelve más extrema para usarse en las calles y más apta para comerse un circuito sin masticarlo. BMW llama a la M 1000 R una roadster, pero todos sabemos que esto es una hipernaked.
Tecnología de carreras en la vida real
Como ya vimos con los autos de M, a BMW le encanta aplicar lo aprendido en los circuitos en la calle. Por eso, la BMW M 1000 R es casi una moto de carreras. Aquí, el motor tetracilíndrico de 999 cc genera unos brutales 206 hp y 113 Nm de torque. Estas cifras son calcadas de la renovada S 1000 RR, pero la potencia es ligeramente inferior a la M 1000 RR por 6 HP y pierde 1 Nm de torque respecto a la S 1000 R. ¿Qué está pasando aquí?
Pues que BMW es inteligente y lo que pierde de un lado, lo gana del otro. Este motor mejorado genera 44 hp más que la S 1000 R y aumenta su régimen de vueltas hasta las 14.600 RPM. Gracias a eso, ahora alcanza los 280 km/h de velocidad tope, una barbaridad para una moto sin carenado. Para compensar la pérdida de torque, el sprocket en la llanta trasera es más grande, pasando de 45 a 47 dientes. En español, esto significa que la M R tiene una relación final más corta, lo que la hace más rápida en aceleración. El otro beneficio es que la moto empuja más en cambios altos, algo que es muy valorado al llevarla a un circuito.
M por doquier
Aunque no tiene carenado, la BMW M 1000 R también tiene una aerodinámica revisada. En el poco espacio cubierto que tiene, se le instalaron alerones para aumentar la carga aerodinámica. Estos alerones generan 11 kilos de carga adicional a 160 km/h, lo que reduce la tendencia a levantar la llanta delantera. En consecuencia, se puede acelerar con más fuerza y el control de tracción interfiere menos. Luego está la suspensión, que en el frente utiliza una horquilla invertida con amortiguadores de 45 mm de cartucho cerrado firmados por Marzocchi. En la parte de atrás utiliza un monoamortiguador con resorte. Ambos sistemas son ajustables electrónicamente con el DCC que viene de serie.
En lo que a tecnología se refiere, la BMW M 1000 R se controla gracias a la pantalla TFT de 6.5 pulgadas. Esta pantalla viene personalizada con los gráficos de M y cuenta con un puerto OBD para integrarle un recolector de datos y un posicionador GPS que también puede ser de BMW Motorrad. Como toda buena moto premium, dispone de asistencias eléctricas como el ABS de doble canal y control de tracción inteligente. Sin embargo, también tendrá un asistente de deslizamiento, ideal para levarla al límite del agarre en las curvas. En resumidas cuentas, la nueva M R es una compilación de tecnologías de carreras aplicadas en un paquete callejero.
