Olvídese de las Harley-Davidson, esta es la motocicleta gringa por excelencia. Nada de motores V-Twin o tetracilíndricos con el desplazamiento de una botella de leche, en la tierra de la libertad y la comida rápida si es más grande es mejor. Esa es la filosofía de esta motocicleta “Olson” hecha de forma artesanal, con su mayor atracción siendo el motor Flathead V8 de Ford acomodado allí, a escasos centímetros del piloto.
Sí, leyó bien: un V8 hecho y derecho. Es más, uno de los V8 que más encantaron a los estadounidenses en esos primeros años del automóvil. Tal era su popularidad que el mismo Clyde Barrow (de Bonnie y Clyde) escribió a Henry Ford para agradecerle por la potencia y suavidad de sus motores V8. Gracias a ese V8 es que la cultura hot rod nació y tiene sentido que termine, entre tantos proyectos, motivando una moto.
Estados Unidos manifestado en una motocicleta
No es un proyecto del cual solo existe uno y ya. Dave Olsen y su compañía Flathead Motorcycles llevan rato jugando con motocicletas clásicas y V8 antiguos de Ford. Ensambladas en Illinois (EE.UU.) de forma artesanal y desde cero, Olsen se encarga de restaurar los viejos motores V8 Flathead de Ford para después colocarlos a disposición de una motocicleta tipo bagger o cruiser que parece un tributo a toda la cultura norteamericana. La chaqueta de cuero no está incluida.
Este proceso inicia con el V8 de 2.2 litros, restaurado por completo. Originalmente no son potentes, con unos 60 a 70 hp nada más, pero fue su fiabilidad y torque a bajas revoluciones lo que enamoró a muchos conductores; ahora imagine esas cualidades en una motocicleta. Olsen luego adapta una transmisión directa de una velocidad conectada a la rueda trasera y que aprovecha todo el torque a bajas revoluciones del V8. El cual, por cierto. suena absolutamente glorioso como verá a continuación.
El motor es encapsulado en soportes tubulares para ser adaptado al chasis de la motocicleta, exhibiendo sus clásicas culatas planas a cada costado de la moto. Detalles como un arranque eléctrico, radiador más grande, suspensión telescópica de doble horquilla y controles de Harley-Davidson completan el aspecto mecánico.
Un detalle único es su tanque doble de gasolina, cuya razón de ser es dar espacio al sistema de inducción y carburador, que reposan justo en frente del piloto.
La envidia de Harley Davidson
Este ejemplar en particular está a la venta en Bring a Trailer y tiene algunos detalles extra. Como luces estilo steampunk, anclajes de carga tras el único sillín, indicadores AutoMeter y acabados que encantarían a Lorenzo Lamas “el Renegado”.
Un detalle adicional es un color rojo cereza agregado por el dueño, con los logos clásicos de Ford V8 adornando los tanques de gasolina. Es una pieza solo de exhibición pero que puede registrarse para uso particular si así desea. Si quiere imitar al Renegado y ser la envidia de todos los “harlistas” y “gomosos” hot rod, $13.000 dólares le dan la oportunidad de cumplir esa fantasía.
No será la demencial Dodge Tomahawk con su V10 de Viper, pero es una moto para rodar lento con un motor más grande de lo usual y eso es suficiente.
