Alfasud, Alfa Romeo 147 y MiTo, ¿qué tienen en común? Todos eran la forma más compacta y atractiva de entrar al flamante mundo de Turín y sus autos con estilo. El Alfa Romeo Milano no sólo es el primer modelo 100% eléctrico de la marca, también es el elegido para llevar la batuta del “Alfetta” más pequeño de la familia, pero sin perder el estilo que los caracteriza.
Al menos esa es la idea, porque de entrada el Milano luce impactante. Producto de la familia de plataformas compactas y compartidas de Stellantis, el Alfa Romeo Milano comparte ADN con modelos como el Jeep Avenger, Peugeot 2008, Opel Frontera y Lancia Ypsilon, por mencionar algunos. La gran diferencia es que los diseñadores de Alfa Romeo invirtieron bastante tiempo en crear su propio diseño exterior e interior, de acuerdo a la filosofía de la marca.
Pinceladas italianas
Un detalle que no se puede ignorar es el hecho que el Alfa Romeo Milano es un crossover eléctrico, no un hatchback. Ese es el segmento que demanda el público y la marca italiana respondió con el hermano menor del Stelvio y Tonale.
Su diseño es arriesgado y llamativo como buen Alfa Romeo, quizá algo recargado de elementos y decisiones en diseño. Como la parrilla triangular clásica de la marca, adornada con la silueta del escudo de armas de Milan y el biscione de la casa de Visconti, dos detalles siempre presentes en el logo de Alfa Romeo. Es más, abundan los logos de la marca, como en el pilar C, es como si Alfa Romeo quisiera recordarle en todo momento que conduce un auto genuinamente italiano y no una plataforma de un conglomerado automotriz.
Su corte cupé-crossover se ve adornado por pasos de rueda musculosos, faros frontales en forma de C con una gran parrilla inferior, un techo en negro nacarado y rines de 4 brazos que forman un trébol. Atrás un sutil labio a modo de spoiler divide el vidrio de la barra LED, bajo la cual reposa la inscripción Alfa Romeo en cursiva. Ciertamente es un diseño vistoso y que lo hará voltear dos veces, apariencia que no tiene puntos medios porque será de amores u odios.
Camino eléctrico e híbrido
Motivando al Alfa Romeo Milano se encuentran varias opciones, con la más potente inclinándose hacia lo eléctrico. El modelo Veloce usa un motor eléctrico de 237 hp, con detalles extra como rines de 20” con llantas de alto desempeño y un diferencial Torsen LSD. Mejoras al chasis, suspensión rebajada 2,5 cm, frenos más grandes y barras antivuelco complementan su desempeño, a la par del Abarth 600e y Lancia Ypsilon HF.
Para una conducción más sensata está el Milano Ellettrica, el cual usa un motor eléctrico de apenas 154 hp. En ambos casos, una batería de 54 kWh con una autonomía estimada de 400 km. Para aquellos que prefieren un motor con pistones, está el Milano Ibrida, con ese motor Puretech y asistencia ligera y tracción delantera o en las cuatro ruedas, con 134 hp a su disposición. Tristemente, este Milano es exclusivamente automático, con seis velocidades y doble embrague.
Digno compacto de la familia Alfa Romeo
Al subirse a la cabina, los expertos de Alfa Romeo lograron concebir una cabina con los tintes dignos de la marca y botones físicos. Sí, el clúster es digital y en medio del tablero habita una pantalla de 10,25”, pero no resultan intrusivas. Es más, esta cabina sugiere un Milano más deportivo y agresivo de lo que es en versiones de entrada.
La marca añade elementos como butacas tipo cubo Sabelt, acabados en Alcántara y rejillas de ventilación en forma de tréboles de cuatro hojas, o Quadrifoglio en jerga de Alfa Romeo. No está nada mal y se ajusta a la idea de ser un crossover premium a la altura del nombre Alfa Romeo.
La verdad, más allá del diseño y de la ausencia de tres pedales en el modelo híbrido, el Alfa Romeo Milano no tiene demasiados peros. Quizá su mayor pecado es ser el hermano de modelos orientados a un mercado más masivo con el toque Stellantis, privando un poco de la “exclusividad” que debería tener el nombre Alfa Romeo.