Hay que reconocerlo, BMW es bastante puntual cuando se trata de revelar a sus nuevos modelos luego de que se filtran. Aquí está el BMW X3 2025, ese Serie 3 en forma de SUV que se renueva por completo y, aunque parece una nueva generación, en realidad es una actualización profunda del presente modelo de tercera generación, cuya mayor sorpresa es que abandona la nomenclatura “i” al final de sus nombres.
Las novedades son tan extensas, que casi podemos justificar a BMW cuando dicen que esta es “la cuarta generación” del X3. Y es que sólo mírelo, si bien su forma en general es similar al anterior modelo, su rostro, parte trasera y hasta cabina cambiaron de pies a cabeza. Si bien esta renovación no aplica al iX3, BMW tomó bastantes elementos de sus modelos eléctricos como inspiración para concebir el X3 2025.
Entre la línea de la elegancia y lo atlético
Tengo que admitir que el nuevo X3, como muchos Bimmers de la era moderna, viene a dividir opiniones. Gracias a la providencia los diseñadores de BMW se abstuvieron de darle una riñonera de tamaño obsceno al frente; optando por un diseño más limpio y peculiar. Como el modelo filtrado, aparecen una serie de patrones geométricos que no resultan para nada mal.
BMW redujo la altura y porte del X3 unos 25 mm, extendiendo su longitud en unos 30 mm. La idea es evocar la silueta del BMW XM, pero con una estampa más atlética y sobria. Las luces delanteras también cambiaron, con una firma lumínica en forma de los L. Una sutil nervadura en el capó alberga el logo de BMW, dando un toque de prestigio.
En los costados encontramos nuevos rines deportivos de 19 a 21” y las puertas del BMW i5. Finalmente, la parte posterior exhibe unos faros rediseñados en forma de las alas de un jet, aunque para mi siguen siendo espadas de energía de Halo. Aquí atrás no encontramos demasiadas exageraciones, salvo para el X3 M50, que recibe cuatro escapes y un sutil difusor de color negro.
¡Hibridación para todos!
Hablando de versiones, el BMW X3 2025 llega en tres presentaciones, todas ellas híbridas. El menú abre con el X3 xDrive20 (así, sin la i), el cual conserva su motor 2 litros sea diésel o a gasolina capaz de entregar 194 o 205 hp respectivamente.
Lo sigue el X3 30e xDrive, versión enchufable que recibe esa parrilla con patrones geométricos en color dorado. Aquí BMW combina su motor turbo de 2 litros con uno eléctrico integrado en la transmisión automática de 8 velocidades y una batería de 19,7 kWh. Mezcla que entrega 296 hp y un rango 100% eléctrico entre 80 a 90 km.
Y en la cima emerge el nuevo BMW X3 M50, con un motor seis en línea biturbo y un sistema híbrido ligero, al igual que tracción en las cuatro ruedas. Ello resulta en 393 caballos de potencia y 580 Nm de torque, convirtiéndolo en el X3 más poderoso que no tiene el verdadero sello M. Por cierto, ese X3 M llegará a futuro y debería tener la misma potencia del más reciente M3 Competition.
Cabina futurista digna de un eléctrico
Otro salto enorme que BMW dio con el nuevo X3 2025 está en la cabina. Eso es porque comparado con el anterior X3 la diferencia es del día a la noche.
Con una seria inspiración del XM al igual que el iX eléctrico, la clásica pantalla curva de BMW se ubica sobre el tablero. La sorpresa está en las molduras de cristal con patrones que flanquean esta pantalla, al igual que las puertas y la consola central, con un acabado colorido de acuerdo a la versión. Por ejemplo, el X3 M50 luce los colores de BMW M, mientras que otros modelos optan por un dorado más sobrio.
Es un detalle original, aunque la recarga sensorial sobre los pasajeros es palpable. El X3 también accede al más reciente sistema iDrive9 con toda la conectividad posible, aplicaciones a granel, videojuegos integrados y un head-up display opcional. Como es de esperarse, los controles físicos van desapareciendo poco a poco.
Como si fuera poco, el X3 recibe un asistente autónomo de parque y manejo manos libres en ciertas autopistas y vías de Estados Unidos o Europa.
Otro Bimmer para dividir opiniones
Sin duda, el BMW X3 dio un salto enorme en diseño y tecnología, sea para bien o para mal. Su apariencia es lo que debió ser el BMW XM desde el inicio, balanceando un porte musculoso con la elegancia que caracterizó alguna vez a BMW. Es cierto, la parrilla con detalles dorados o negros no es para todos y su cabina es bastante colorida y cargada de colores.
Al final del día, no es un diseño terrible, aunque nos resulta curioso cómo este X3 extendió su vida a puertas de una nueva generación de modelos de BMW. Tal vez la marca tiene claro que la separación de sus modelos a combustión y eléctricos es inevitable, con el nuevo X3 representando ese primer paso a dicha separación.