Entre todos los nombres que podrían regresar, Land Rover Freelander es el que nadie esperaba. No que sea un mal auto, simplemente no es tan memorable como Range Rover, Defender o Discovery. Ello no le importó a la casa británica, que decidió traer el nombre de regreso, pero no cómo lo imagina.
Recuerde que hace un tiempo Jaguar Land Rover, ahora JLR, decidió reestructurarse como marca. Parte de esa estrategia involucra usar los nombres Defender y Range Rover como submarcas más independientes. Así que ya sabe esta decisión qué dirección tomará y tendrá la ayuda de otra marca para dividir los costos y desarrollo.
Un SUV “noventero” a más no poder
El Freelander fue en una época el “baby Land Rover”. Un 4×4 de entrada con diseño curvilíneo y moderno (para su época), ocupando el lugar que hoy en día tienen el Discovery Sport y Range Rover Evoque. Fue un modelo bastante longevo, con dos generaciones y una producción que abarcó casi dos décadas, entre 1997 y 2015.
Fue el típico SUV para responder al boom de estos vehículos, con un tamaño compacto y presentándose como vehículos para actividades al aire libre. Espíritu que esperamos mantenga su nueva encarnación.
Reviviendo por y para China
Saltando diez años al presente, Land Rover decidió convertir a Freelander en una nueva submarca. No sólo eso, será una división que se especialice en camionetas eléctricas con ayuda de Chery, casa motriz con la que Land Rover tiene una alianza hace bastante tiempo. Y como podrá sospecharlo, debutará en China, universo automotriz que a veces exige modelos exclusivos y especiales. De forma predecible, Land Rover aprovechará todas las submarcas eléctricas de Chery, como Exeed o iCar, para tomar prestadas plataformas o motores que le den forma a Freelander.
Así Chery y Land Rover darán vida una vez más a Freelander, marca que tendrá su propio portafolio de modelos eléctricos desarrollados y producidos en China. No serían exclusivos de esa nación, porque Land Rover tiene intenciones de traer a “Freelander” a mercados selectos en el mundo.
Gama de modelos que llegará en algunos años, con una producción iniciando en la planta de Chery-Land Rover en Changshu. Y así nada más, la conquista de la industria china es imparable y ocurrió de la forma que imaginamos, con numerosas alianzas con marcas ya establecidas.