Seré franco con usted, apreciado lector: esta sí que es una sorpresa. Es más, me atrevo a decir que ni en las estimaciones más optimistas de Mazda estaba contemplado esto. Tal parece que todas las unidades en preventa del Mazda MX-30 en Colombia se vendieron en un santiamén.
Aunque fue una preventa bastante limitada, con un número aproximado de 20 unidades, solo imagine eso: vender 20 autos en 43 minutos. Eso no ocurre ni en un día normal en un concesionario o en preventa de otros modelos (a menos que sean deportivos), lo que augura un buen andar del Mazda MX-30 en Colombia. Así que si quería uno y no se adelantó a la preventa, tendrá que esperar unas semanas para su “venta oficial” en el país.
La confianza en la marca nipona
Aquí hay algo importante, y es la confianza que tiene el mercado por los productos de Mazda, mezclado con el creciente deseo por autos con movilidad eléctrica. En pocas palabras, el hecho que una marca tan querida en el país traiga su primer auto 100% eléctrico es motivo para que muchos “compren a ojo cerrado” un MX-30, sin importar su precio de 191 millones de pesos.
Siguiendo con la honestidad, el MX-30 es un auto que sigue al pie de la letra la filosofía Kodo de Mazda, con un corte “cupé-crossover” atractivo, un interior elegante y dos elementos especiales. Uno es su nombre, que evoca a la línea MX deportiva de Mazda, con autos como el MX-5 Miata, MX-6 o MX-3. ¿El segundo? Sus dos puertas tipo suicida para acceder a la parte de atrás, detalle que inequívocamente recuerdan al RX-8.
A pesar de ello, su mayor talón de Aquiles es su autonomía, que flota entre los 200 y 224 km. Algo corta considerando que muchos autos contemporáneos rozan o superan los 300 km; aunque dándole el beneficio de la duda, Mazda espera que este sea un auto más citadino que otra cosa. Aun así el público confió en el MX-30, y después de esa “preventa relámpago” Mazda puede darse por bien servido porque su auto eléctrico empezó con el pie derecho en Colombia, en un segmento dominado por marcas chinas como BYD.