Para Volkswagen, no todo gira en torno a las camionetas o SUV. Así parezca lo contrario. Si no les cree, aquí está el ejemplo perfecto: La séptima generación del Volkswagen Jetta, el cual recibe la más reciente actualización del modelo para Colombia. Así es, el sedán más longevo de la marca, y el segundo modelo más representativo de Wolfsburg llega con un facelift para recordarnos que un auto familiar todavía puede ser un sedán sensato, con un sutil toque de alcurnia y deportividad. Y con un equipamiento comparable al resto de crossovers de la marca alemana.
Son dos los sabores que mantiene el Volkswagen Jetta en Colombia: Comfortline y Highline. Además claro, del agresivo y entretenido Jetta GLI, pero para no enredarnos, aquel sedán deportivo lo encontrará por aquí. Como es de costumbre con los facelifts de la marca alemana, los cambios se concentran en el apartado estético, así como en la actualización de la tecnología y sistemas que gobiernan al vehículo. Así que acompáñeme a echar un vistazo a lo que contiene este sedán, para descubrir qué sorpresas tiene Volkswagen.
Retoques sutiles en diseño
Bajo el capó no hay mayores novedades, con un motor de 4 cilindros, 1.4 litros de desplazamiento y tecnología TSI, desarrollando 150 hp y 250 Nm de torque. Una caja automática Tiptronic de seis marchas entrega toda la potencia a las ruedas delanteras. Esta es la misma configuración que se encuentra en el SUV Taos, el cual llegó al país hace aproximadamente un año; y que también impulsa al Jetta desde 2016. Cabe mencionar que el facelift introdujo un nuevo motor 1.5 TSI con 158 hp y también 250 Nm de torque, pero dicho motor no acompaña a la actualización del Volkswagen Jetta en Colombia.
Entonces, ¿en dónde están las novedades? Primero, en lo estético, donde es cierto, no hay demasiadas variaciones. Por ejemplo, la parrilla frontal recibe cambios mínimos, con más apliques cromados, luces LED y una toma de aire inferior rediseñada. El parachoques trasero posee un rediseño con más molduras; sin embargo la misma silueta del Jetta que conocemos desde 2018 se mantiene. No puede faltar el “nuevo” logo de Volkswagen, que es casi idéntico al anterior.
Revitalizado en equipamiento
Donde sí hay novedades es en el paquete tecnológico. Para empezar, el Jetta recibe un tablero totalmente digital de instrumentos, que puede ser de 8” para la variante Comfortline, o de 10” con mayor funcionalidad para el modelo Highline. El volante y palanca de cambios reciben un rediseño completo; mientras que la pantalla táctil central mantiene sus 10”, ahora con conectividad Android y Apple inalámbrica. El climatizador es automático de dos zonas, y cuenta con cámara y sensores de reversa.
Aquí es donde comienzan las diferencias. El modelo Comfortline posee asientos en tela, rines de 16”, y sistema con botón de arranque. Subiendo un peldaño al Jetta Highline, aparece un nuevo techo panorámico, novedad para el facelift del modelo; volante y tapicería en cuero, sistema keyless entry, rines de 17”, selector con cuatro modos de manejo e iluminación ambiente. La opción de control de crucero es estándar para ambos modelos.
El vehículo cuenta con seis bolsas de aire, control de tracción y estabilidad, frenos ABS, diferencial electrónico, asistente de frenado con distribución electrónica y asistencia de ascenso en pendiente. Hay que aclarar que este Jetta no cuenta con el sistema IQ.Drive de Volkswagen, presente en la versión internacional; el cual ofrece elementos como frenado automático de emergencia, monitoreo de cambio de carril y puntos ciegos, así como detección de peatones. En general, es una actualización necesaria para tan longevo sedán, el cual se queda corto sólo por unos detallitos de una calificación excelente. Aunque lo más seguro es que se deba a la falta de componentes y afectación del mundo motor a causa del conflicto en Ucrania.
Precios y versiones
- Volkswagen Jetta Comfortline 250 TSI: $93.990.000
- Volkswagen Jetta Highline 250 TSI: $106.990.000
