Cuando pensamos que Alpine iba a comprometerse 100% con la electricidad, la marca dice “sostenga mi croissant y mi vaso de agua” y nos presenta esto. Se llama Alpenglow, y es un concepto que dictará la filosofía de diseño que seguirá Alpine en el futuro. No solo eso, también Renault podría beneficiarse de lo que presenta este auto futurista (que parece de Hot Wheels) y no solo en términos de estilo.
El Alpenglow es el concepto que Alpine preparaba para el Salón de París (que inicia este 17 de octubre) y que acompañará al regreso del Renault 4. A diferencia de este último que mira al pasado y a las baterías, el Alpenglow le apuesta al hidrógeno. Pero no en forma de celdas de energía o baterías alimentadas por este elemento, sino algo mucho más “cercano” al mundo motor de la actualidad.
Potencia alternativa
Sin duda el elemento más evidente e impactante del Alpine Alpenglow es su diseño. Prácticamente es un auto de carreras para la categoría hypercar de Le Mans (LMH), similar a lo que ya presentó BMW o Porsche. Como aquellos prototipos, el Alpenglow tiene una cabina para una persona, un diseño alargado y pegado al suelo, y un paquete aerodinámico extremo.
Las grandes diferencias se encuentran en su propulsión y construcción. En cuanto al primero, Alpine nos dice que es un motor de combustión interna que utiliza hidrógeno como combustible. A diferencia de un Toyota Mirai, que alimenta una celda de energía con hidrógeno que mueve un motor eléctrico, el Alpenglow usa un motor “normal” adaptado para utilizar este elemento en vez de gasolina basada en alcohol o petróleo.
La idea es que “los autos eléctricos pueden coexistir con motores cero emisiones propulsados por hidrógeno”, a la vez que conserva el rugido típico de un vehículo actual. Alpine asegura que el único “desecho” que produce el Alpenglow es vapor de agua condensado.
“El Batimóvil francés”
Todo esto suena fantástico y espero que Alpine y Renault tengan la capacidad de desarrollar un motor práctico con estas capacidades y combustible. Pero los diseñadores no descuidaron el estilo, y prueba de ello es el nombre, que hace referencia al “brillo rojo sobre las montañas al amanecer”. Dramático como solo un francés podría hacerlo.
La construcción del auto utiliza elementos reciclados y superficies transparentes por doquier, como en el alerón, partes del capó, pedales y palancas de cambios en el volante. Los rines están inspirados en el diseño de un copo de nieve; mientras que las barras lumínicas lucen alienígenas, y Alpine asegura que aparecerán en algún auto de producción en el futuro.
Por ahora este Batimóvil a la francesa es una forma llamativa de forjar el futuro y dirección que decida tomar Alpine. Así que no espere una versión de producción pronto, aunque el siguiente A110 y el prototipo de Alpine para Le Mans podrían recibir inspiración y trazos presentes en este impactante vehículo.