Au revoir, Bugatti Chiron. No, no me refiero al Bolide, ni al Super Sport (que ya dejó el edificio), ni a las mil y una ediciones híperlimitadas del buque insignia de Molsheim. Es el último Chiron ensamblado por Bugatti, esta vez sí es en serio, en su versión “normal” de 1.500 PS sin ningún adorno, locura, pintura limitada ni nada por el estilo. Es el final del sabor estándar vainilla del Chiron, y así lo conmemoró la casa francesa.
En serio, es el último último, así como lo diría Horacio Pagani. Estoy seguro que, fuera del Bolide que aún no inicia su producción, todavía queda algún Chiron de serie limitada entre esos 500. Porque cuando se trata de Bugatti, sus clientes tienen dinero de sobra para cumplir todo tipo de fantasías automotrices. Pero no, ante los ojos de Bugatti no será un Chiron convencional, más bien asumirá algún nombre especial para justificar que NO es un Chiron cualquiera.
“El último Chiron de 1.500 PS”
Bugatti declara con orgullo que este es el último ejemplar estándar del Chiron en abandonar su mansión/ilustre fábrica en Molsheim, Francia. Es un ejemplar que luce convencional, si un hypercar de 1.479 hp se puede considerar normal. Con una tonalidad negra “nocturne” y acentos naranja cobre, el clásico número 16 en su parrilla ovalada y el aspecto sobrio del Chiron, es el principio del fin de una era. Solo dos inscripciones en los estribos y la cabina resaltan la importancia de este Chiron, el número 500 de 500.
El siguiente Bugatti en línea no tendrá W16 y seguramente probará las aguas prohibidas de la electrificación, cortesía de la influencia de Rimac. Fue un empresario canadiense el elegido para adjudicarse este Bugatti 500 de 500, quien ordenó su Chiron en 2021 y tuvo que esperar tres años para estrenar el último W16 de su especie.
Recuerde, este es el último Chiron sabor vainilla, sin adornos especiales, series limitadas o cosas por el estilo. Bugatti todavía tiene una serie de Bolides por completar, al igual que el descapotable W16 Mistral y cualquier otro Chiron especial que haya ordenado algún prestigioso cliente de la marca. Así que todavía estamos lejos del final del W16, pero en cuanto a un Chiron común y silvestre, su último ejemplar fue completado con el estricto estándar de Bugatti y ya está allí afuera, seguramente guardado en un garaje escondido en las montañas canadienses. Allí aguarda al día que su dueño decida llamar a Bugatti para convertirlo en un Chiron de serie limitada e invalidar todo este texto declarando que es el último. Usted solo espere, que mi bola de cristal nunca miente.
