Cuando se piensa en un auto de lujo, también se piensa en el mayor nivel de tecnología y refinamiento. Y no hay nada más “lujoso y opulento” que tener un auto que se conduzca solo, sea gracias a un computador, una inteligencia artificial o un chofer. Aunque, si le pregunta a los representantes de Bentley, cuando se trata de vehículos autónomos prefieren seguir la “vieja escuela” y recomendar a sus clientes una agencia exclusiva de choferes de cinco estrellas. No es exactamente lo que dijeron, pero se siente de esa forma.
Una distinción respecto a los niveles de autonomía. El nivel 2, por ejemplo, agrupa asistentes activos al manejo con un énfasis en el monitoreo de la vía y lo que rodea al vehículo, como control crucero adaptativo, cambio automático de carril, reconocimiento de señales de tránsito y sensores que reconozcan el entorno.
Nivel 3, a diferencia del nivel 2, no requiere del control total del conductor. El auto puede conducirse por sí solo en ciertas vías, siempre y cuando el conductor permanezca en su asiento.
Permitiendo que el conductor aún tenga el control
Aquí es donde entran las declaraciones del jefe de Bentley, Adrian Hallmark, respecto a los vehículos autónomos. Para la marca, un nivel de autonomía 2 “plus plus” es más que suficiente y más seguro. La idea de hacer que el conductor suelte el volante y acelerador para que el auto se conduzca por su cuenta en ciertas vías, con la vigilancia parcial del conductor, es lo que Bentley considera inseguro.
Según Hallmark, “en las pruebas que hemos hecho (autonomía) nivel 3 es demasiado peligrosa, ya que dependía demasiado de la atención del conductor”. Es decir, Bentley piensa que muchos conductores se distraerán al encender este modo, al grado que no reaccionarán a tiempo en una situación de emergencia.
Por eso Bentley se enfocará en un nivel 2 más avanzado, con mayores asistencias a la conducción en la autopista. Aquí lo clave es que el conductor seguirá en control y no podrá “soltar las manos del volante”, algo que al final del día define el placer de conducir un Bentley, en este caso.
Inseguro sí, pero no está fuera de los planes
Para Bentley, el nivel 3 de vehículos autónomos es el más peligroso y delicado de balancear. Sólo Mercedes-Benz persigue esta tecnología, anunciando que se harán responsables de los accidentes que pueda causar el sistema y ahí está otra de las razones por la cual Bentley prefiere evitar esta tecnología.
Curiosamente, Bentley quiere saltar el nivel 3 para ir directo a la cuarta categoría de vehículos autónomos. La distinción entre ambas es simple: el conductor ya no es necesario para reaccionar y vigilar al vehículo mientras se conduce por sí solo, aunque sin completa autonomía para rodar por cualquier vía.
Este nivel es “más seguro” para el jefe de Bentley y prefieren trabajar en esta tecnología a futuro, junto al resto del Grupo Volkswagen. Claro que falta mucho para ver la diversificación de esta tecnología en todos los vehículos contemporáneo, quizá estamos a décadas de ese sueño de ciencia ficción.
Mientras tanto, la apuesta más fija para los dueños de Bentley que no quieren conducir es delegar la labor a un chofer.
