Existió una época en donde Citroën era una marca que se caracterizaba por lo extraño de sus autos, e innovaciones como la suspensión hidroneumática. Autos como este prototipo denominado Citroën Oli nos hacen recordar esos tiempos donde la casa francesa daba rienda suelta a su locura y creaba autos que no gustaban a todo el mundo, pero eran encantadores. Hoy en día la marca que pertenece a Stellantis prefiere una imagen más madura y seria, aunque quizá esta sea la primera señal de un cambio para bien.
Porque verá, el Citroën Oli es el primer auto en portar el nuevo logo de la marca, y aunque es solo un prototipo eso es importante. ¿Por qué? Citroën quiere recapturar parte de ese estigma jovial y diferente que lo caracterizaba. Aunque no creo que veamos elementos extraños como controles en lugares interesantes o sistemas de entretenimiento puestos de cabeza, es un inicio.
Todo se puede reaprovechar
¿Qué propone el prototipo del Citroën Oli? La idea tras este “buggy” futurista es regresar a vehículos que sean sencillos, honestos y ligeros, en vez de autos cargados de cosas y llenos de pretensiones. Oli (que se lee All-ë) es un nombre inspirado en el Citroën Ami moderno así como su contraparte clásica, dos autos que tenían lo justo para transportarse en la ciudad.
Con el prototipo Oli Citroën va más allá y emplea materiales reciclados para toda su carrocería y gran parte de sus componentes. Las sillas son más delgadas, hechas de fibra y malla natural, mientras que el techo, baúl y capó están compuestos de carbón corrugado reforzado con paneles de fibra de vidrio y una capa de poliuretano. Esta mezcla crea componentes resistentes y fáciles de reemplazar o rehusar. Citroën también limita el exceso de materiales, utilizando la menor cantidad de vidrio posible.
Otra tendencia que cobra fuerza es la reducción de componentes electrónicos, reemplazando las pantallas por un espacio para colocar un dispositivo móvil. Allí el teléfono se conecta a parlantes bluetooth, simplificando la cabina y reduciendo el peso. ¡Hasta las llantas están hechas de material reciclado! Goodyear desarrolla unas ruedas hechas de caucho reciclado (Eagle GO), que pueden ser regrabadas dos veces antes de ser recicladas (de nuevo). Este fabricante apunta a cauchos que resistan 500.000 km sin cambios, algo que salvaría toneladas en desechos y contaminación.
Generador radical sobre ruedas
No obstante, la innovación más interesante de Oli es su propulsor. Y no lo digo por sus baterías de 40 kWh o su autonomía de 400 km. Se denomina Vehicle to Grid (V2G, o del vehículo a la red), y permite que el Citroën Oli almacene energía de otras fuentes de poder. Por ejemplo, si usted tiene paneles solares en su casa, puede darle parte de esa energía acumulada al vehículo, y utilizarla cuando viaje lejos de la civilización, para ayudar a gente en emergencias o hasta vender la energía.
Citroën logra esto a través de una conexión especial en el vehículo, algo similar al sistema Pro Power Onboard de Ford. Solo que en el caso del Oli, el poder que puede almacenar podría darle energía a una casa por 12 horas, o hasta más. Incluso podría en teoría tener autonomía infinita si usa esa energía almacenada para recargar las baterías del Citroën.
¿Adelantado a su tiempo?
Otros detalles de este “carrito de Lego” incluyen materiales impresos en 3D, mayor espacio de carga, una cama plegable en el baúl, y anclajes de carga en el techo. Su velocidad limitada tiene también especial mención, porque Citroën admite que nadie necesita ir más rápido de 110 km/h. Con tantas ideas uno pensaría que Citroën llevará al Oli de prototipo a auto de producción. Pero quizá su aspecto simple aunque cubista aún no cuajaría en nuestro tiempo presente.
Con eso dicho, espero que Citroën aplique esa filosofía de sencillez y movilidad honesta, al igual que todas esas soluciones en energía y materiales reutilizados. Ver de nuevo a Citroën como ese fabricante raro pero inteligente sería un gusto para los entusiastas. Aunque si el pequeño y extraño Ami existe, ¿por qué no darle una oportunidad a Oli?