Los diseñadores de Kia llevan bastante tiempo ocupados aplicando su nuevo rostro futurista a todo su portafolio, sea para bien o para mal. El más reciente merecedor de ese “lavado de cara” es el sedán K8, antes conocido como Cadenza, el cual emerge algo escondido en este adelanto oficial compartido por Kia.
Para la sorpresa de nadie, el K8 es una versión XL de lo que ya vimos en los Kia K3 y K4; en fuerte contraste al K9 que es el más convencional de todos. Aquí he de admitir que la nomenclatura numérica para los sedanes y hatchbacks de la marca no es mi favorita. Seguro, K2, K3, K4 y K5 son fáciles de entender, pero nada como los nombres Rio, Cerato, Optima, Cadenza y Quoris.
Otro cambio radical de imagen
No importa, porque Kia dejó en evidencia con este adelanto que este sedán se llamará K8 y cambiará radicalmente en apariencia. Su diseño inicial, revelado por allá en 2021, mostraba un sedán imponente bastante peculiar, con una parrilla poco ortodoxa y trazos elegantes que se entremezclaban con líneas más atrevidas.
Para este rediseño, el K8 adopta esa filosofía impuesta por el EV9, de luces con formas abstractas que unen la verticalidad con horizontalidad. Adelante una barra LED recorre la más discreta parrilla, completa con el nuevo logo y unos faros principales verticales a los costados. Casi parece que las luces se extendieran hacia el capó y guardafangos, de una forma muy surrealista a lo Dalí.
Atrás es una historia similar. Además de la caída fastback del techo, emerge un discreto spoiler y esa barra LED con bordes angulares que culminan en forma de flecha. Algo que no difiere mucho del actual K8, pero ahora será más radical. No por nada esta filosofía se llama “opuestos unidos”.
Nuevo por fuera, bien conocido por dentro
Adentro esperamos algo muy por las líneas del Kia EV6, recientemente renovado. Dos pantallas coronando el tablero, con una tercera para el aire acondicionado, controles simplificados, un aire de señorismo y elegancia, en fin.
Mecánicamente es donde, nos atrevemos a decir, poco cambiará en el K8. Los motores Smarstream turbo, sean híbridos o no, continuarán en el portafolio ofreciendo una “experiencia de entrada”. Si eso no basta, un V6 de 3,5 litros aporta suavidad y casi 300 hp, para el importante ejecutivo coreano que lo necesite.
Y sí, el K8 parece confinado a los rincones de Asia, donde los sedanes aún son aplaudidos y queridos, no como en el resto del mundo. Una cosa es cierta y es que el K8 tiene vida para rato y este adelanto deja en evidencia que su diseño, como muchos Kia, será radical y cargado de tecnología, gústele a quien le guste.