Hay cosas que nunca cambian y no hay razón para hacerlo. Elementos que fueron concebidos hace décadas y su forma original fue tan exitosa, que es más rentable trabajar sobre esa forma y actualizarla que tratar de reinventar un producto otra vez. Ese es el caso del Mini Cooper 2025, que da un gran salto transformándose en un vehículo 100% eléctrico, pero con la misma silueta y diseño básico que conocemos desde hace tanto tiempo.
Junto al Mini Cooper 2025 eléctrico también emergió su variante Countryman, la cual exploraremos por aparte. Iniciemos con la imagen a continuación que muestra todas las generaciones del Mini, desde la original a su renacimiento bajo la tutela de BMW. Desde 2002 el Mini ha preservado la misma forma y rostro, con pequeñas evoluciones para preservar el elemento más importante de su apariencia: la habilidad de reconocerlo de inmediato. Pocos modelos logran eso, y el Mini tiene el privilegio de hacerlo sin lucir necesariamente retro.
Mejoras sustanciales
Ya sabíamos que el Mini Cooper 2025 sería eléctrico, así que repasemos rápidamente su nuevo tren motor. Mini corrigió la mayor debilidad del Cooper eléctrico actual, cuya batería de 32.6 kWh superaba con suerte los 200 km de autonomía. El nuevo modelo se divide en dos variantes, Cooper E con el mismo motor de su predecesor (181 hp) pero una batería optimizada de 40.7 kWh para una autonomía de 305 km. El Cooper SE acomoda una batería de 54.2 kWh, entregando 215 hp y un rango en el ciclo WLTP de 402 km.
El nuevo Mini soporta carga de hasta 75 kW (Cooper E) o 95 kW (Cooper SE) de corriente directa, recuperando un 80% de carga en 30 minutos. También porta una trocha más ancha, permitiendo instalar llantas con mayor superficie de contacto y una suspensión independiente al igual que estabilización de chasis para mantener vivo su espíritu de hot hatch.
Diseño atemporal refinado
No obstante el punto más fuerte del Mini Cooper 2025 eléctrico es su apariencia. Es innegable que el Mini es un “ícono fashionista”, y en ese sentido el nuevo modelo no decepciona. Sus luces redondas y “parrilla” ovalada siguen presentes, con una apariencia más limpia y aerodinámica. Claramente es más aerodinámico, con Mini declarando un coeficiente de 0.28 cx.
Lo importante es que luzca como un Mini a leguas de distancia, y el modelo cumple con cabalidad. La mayor novedad está en la parte trasera, donde los faros ovalados dan paso a luces LED triangulares con una firma lumínica personalizable. Mini nos dice que una versión John Cooper Works también estará disponible, con acentos oscurecidos y tintes rojos en el exterior, pero por ahora no estará disponible. Este Mini también tendrá motor a gasolina en el futuro, pero sus detalles por ahora son escasos.
El gran salto de la cabina
El cambio radical del Mini, además de su tren motor, reside en la cabina. Adoptando un diseño minimalista que recuerda al Mini original, el interior ahora posee una pantalla única en el medio. Esta es redonda, como es tradición para la marca, y posee la gran mayoría de controles e información. Es una interfaz fácil de usar y enfocada a la juventud, con siete diferentes modos basados en el ánimo del conductor y el modo de manejo, cada uno alterando la luz ambiente y el patrón digital lumínico impreso en el tablero.
La interfaz también posee acceso a una tienda virtual con todo tipo de aplicaciones, incluyendo juegos, sistema que ya conocimos en BMW. Una inteligencia artificial dobla como asistente personal capaz de entretener a los ocupantes con chistes e historias si se le permite. Nos llama la atención el selector de modos de manejo, un switch bajo la pantalla que reza “experiencias”. Una de ellas es el modo Go-Kart para que el Mini se tome en serio la tarea de ser un hot hatch.
Un dato final es que la cabina es más espaciosa, cortesía de una distancia entre ejes mejorada. Sin duda el Mini preserva su estatus de “hatchback tierno y atractivo”, enfocándose claramente en un público juvenil. El nuevo modelo también se ensamblará en China y llegaría a todo el mundo a partir de 2024.