Mitsubishi-Colt-Ralliart-performance
- Publicidad -

De los creadores del Mitsubishi Mirage Ralliart, llega su primo francés y más grande, el Colt. Así es, Mitsubishi decidió darle el tratamiento Ralliart al Colt, ese mismo modelo hermano del Renault Clio, con la gran declaración que añade desempeño real a este compacto del segmento B. No, en serio, lo dice en los costados; ¿Por qué mentiría la marca?

La realidad es que el Mitsubishi Colt no recibe más que un paquete estético, con unas pequeñas mejoras mecánicas. Al menos no todo es visual, incluso si el aviso performance en los costados ya es demasiado. Y para añadir más países a la mezcla, este auto francés con logos japoneses es obra de la división Checa de Mitsubishi. Todo para no dejar que Škoda se quede con toda la diversión.

Gritando Performance a los cuatro vientos para dejar claro que es un Colt… de 127 hp.

Cohete de bolsillo low cost

A ser sinceros, en esa parte de Europa les encantan los rallies. Así que tiene algo de sentido darle un toque deportivo al Clio, digo Colt.

Y realmente hay un par de mejoras en desempeño. Para empezar es manual de seis velocidades, así que los entusiastas pueden aceptar al Colt Performance Ralliart como algo más que un Mitsubishi raro. La marca le añade 27 hp más a su motor 3 cilindros turbo 1,0L, subiendo su poder total a 127 equinos. El torque también salta de 160 a 222 Nm, sólidos números que viajan a las ruedas delanteras.

Rines OZ Superturismo reales añaden carácter al Colt, como si se tratase de un joven de 12 años modificando su primer auto en NFS Most Wanted. Su chasis, frenos y suspensión no varían, aunque su peso de una tonelada lo hace al menos divertido de conducir. Si el Clio se usa para rally, un mal chasis y dinámica de manejo no tiene.

Exageraciones estéticas

Los detalles cosméticos, no obstante, abundan. Ignorando el wrap escandaloso con la palabra Performance y colores Ralliart, el Mitsubishi Colt estrena un splitter y faldones laterales. También logos y acentos oscurecidos, un discreto spoiler trasero y los ya mencionados rines. Su cabina no cambia mucho, es la de un Colt con equipamiento intermedio-alto y tres pedales.

Al menos los rines son originales y le dan algo de carácter.

No es un Colt con verdadero pedigrí, mucho menos un producto con todo el sello Ralliart. Tampoco es un intento vano por llenar el vacío del Lancer Evo. Este Colt sabe lo que es y se jacta un poco en su jovialidad y transmisión manual, nada más. Sí, sus avisos performance son demasiado optimistas, pero al menos es único y diferente.

Además, se ofrecerá en números limitados y sólo en República Checa, así que serán pocos los que acepten tener un auto así.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí