Aproximadamente hace un mes le contamos cómo el Porsche 911 que aparece en la película Bad Boys salió a subasta. Sí, ese hermoso 911 negro y poderoso que a más de uno lo convirtió a la religión que circula en torno a la pasión por los autos. Es prácticamente un auto tan icónico como el DeLorean, o el Supra naranja de Brian O’Connor. Aquí pensamos (de manera acertada) que este Porsche tan especial se vendería por una gran suma. Sólo que, no pensamos que una suma tan alta.
Parece ser que alguien realmente quería el Porsche 911 de Bad Boys porque pagó la módica suma de $1.43 millones de dólares a la casa de subastas Mecum Auctions. Con eso usted y yo podemos comprar una casa en Miami, o viajar por el mundo. Incluso amasar una pequeña colección de autos, si uno se lo propone. Sé que el mercado de los autos usados está patas arriba, pero alguien no tuvo reparo en soltar casi millón y medio de dólares por un auto icónico digno de un museo. Hay gente que tiene sus prioridades claras.
1.43 millones de dólares y todavía sin ningún portavasos…
Aún si este 911 no tuviera su historia con Hollywood, es sin duda un auto de producción limitada, como lo dice el personaje de Will Smith en la cinta. El Porsche 911 Turbo 3.6 es una serie exclusiva al final de la generación 964 del modelo, de los cuales apenas se produjeron 1.437 unidades. 350 de estas tocaron suelo estadounidense, y este en particular pertenecía a Michael Bay, quien dirigió Bad Boys y prestó el auto para la película. Además de contar con varios certificados de autenticidad, premios en concursos como Amelia Island y un estado casi impecable 27 años después de ser construido.
Aun así, este bad boy se quedó corto al premio del 964 más costoso. Ese honor le corresponde a un Porsche 911 Turbo S Leichtbau, que sí consiguió llevarse $1.5 millones de dólares. Eso es lo que sucede cuando tienes un 964 Turbo ultraligero y con apenas 86 unidades construidas. Otros 964 de producción limitada incluyen al 964 Speedster, el Carrera 3.8 RSR y el 964 C4S “30 Aniversario”.
¿Tanto cuesta nuestra infancia? Pues, aparentemente para quién compró este 911 de Bad Boys, la respuesta es sí. Pero no nos engañemos. Tanto usted como yo sabemos que, de tener la plata, con todo gusto pagaríamos sumas iguales o más estratosféricas por los autos de nuestros sueños. Ojalá este 911 continúe con su aspecto de chico malo rodando por las calles, o descansando en algún museo, como testamento de la infancia de muchos niños de los años noventa. Vale más la pena que aquel Carrera GT que rompió récords en Bring a Trailer con un valor de 1.9 millones de dólares.