Que siga el portafolio numérico de Smart. La marca subsidiaria de Geely y Mercedes-Benz quiso darle un toque aventurero a su próximo modelo eléctrico y aquí está el resultado: el Smart #5. Un modelo que quizá recibe demasiada inspiración del Mercedes-Benz Clase G y el más “urbano” GLB.
Lo único malo con el Smart #5 es que la marca, en todo este momento eléctrico, parece que olvidó sus raíces. Esas de un auto citadino simpático y chic, con mucha personalidad e inspiración en un reloj Swatch. En contraste, todos los modelos actuales de la marca se inclinan hacia crossovers en masa y no tiene nada de malo. Sólo que le hace falta algo de FortTwo y ForFour en su portafolio y hasta no verlos regresar, Smart ya no es lo que era.
El Smart aventurero
Aunque, si somos sinceros, el Smart #5 intenta recapturar algunas peculiaridades de sus antepasados. Es el auto más grande jamás creado por Smart, con una longitud de 4,7 metros, casi la misma de un Mercedes-Benz GLB. Los diseñadores de la marca optaron por una apariencia robusta, aventurera y capaz, con bastantes molduras plásticas, placas de deslizamiento y hasta una rejilla de carga con escaleras y almacenamiento auxiliar. Ciertamente no pasa desapercibido, como un Smart debería ser.
Las luces frontales se ven conectadas por una parrilla con ranuras que contienen iluminación auxiliar, reminiscente de un Jeep o Suzuki Jimny. El techo es completamente panorámico y su apariencia musculosa deja claro que quiere enfrentarse contra el igual de atlético Mini Countryman. Sin duda, es el Smart más distintivo entre los modelos actuales de la marca.
En cuanto a especificaciones, sabemos que tendrá una batería de 100 kWh y una autonomía (bajo ciclo CLTC) de 740 km, que parece algo generosa. Tendrá tracción trasera (un motor) o total (dos motores) con potencias que oscilen entre los 335 y 600 caballos. Al menos eso esperamos, ya que Smart no reveló su potencia.
Sobrecarga de tecnología
Sus puertas sin marco revelan una cabina amplia poblada de pantallas y comodidades, después de todo Smart se percibe como “premium”. Todo el tablero se ve gobernado por tres pantallas, completas con un asistente virtual llamado Leo. Por si cree en eso del zodiaco y quiere alejarse de los Piscis o Virgo. Como si fuera poco, el Smart #5 también posee un head-up display y sonido firmado por Sennheiser.
Las sillas delanteras están envueltas en cuero vegano y se reclinan hasta 120°, con calefacción en ambas filas. La idea es formar una cama doble o que los cinco pasajeros se relajen y vean el atardecer o las estrellas por el techo panorámico. Smart va más allá y ofrece un parlante portátil (como Toyota) y un proyector, elementos esenciales a la hora de acampar. Y no puede faltar el uso de una IA en sus interfaces, por supuesto.
Es una camioneta de lujo con algunos tintes juveniles y aventureros, que lo invita a acampar muy a pesar de que la mayoría nunca saldrán de la ciudad. También es un vehículo pensado para China, considerando el espacio para los pasajeros y la parafernalia tecnológica. Smart no dice si el #5 llegará a otros mercados, pero bien podría inspirar el próximo Mercedes-GLB (o EQB) eléctrico.