¿Qué no hay Jimny en Europa? No hay problema para Suzuki. Porque la industria parece regresar a las épocas de los hatchback 4×4 y prueba de ello es el Suzuki Swift Allgrip, versión con tracción en las cuatro ruedas para permitir que este subcompacto se deslice cuando quiera lejos del asfalto. Literal la definición de un crossover, pero con más capacidades y en un tamaño sensato.
No que sea algo nuevo, piense en el Fiat Panda 4×4 o el Volkswagen Golf Country. Tampoco es la primera vez que el Suzuki Swift tiene tracción total, sus generaciones pasadas tuvieron versiones así. Aun así, no deja de ser peculiar y llamativo, porque es una verdadera respuesta a la ola crossover y, sin llenar al Swift de molduras plásticas con el nombre Cross, esta versión ofrece lo mejor de dos mundos.
El Swift para ensuciarse en la aventura
En esencia, Suzuki conectó el motor frontal de 3 cilindros con turbo e hibridación ligera a las ruedas delanteras y traseras. Sistema que literalmente actúa como una tracción inteligente que envía potencia de forma acorde a cada rueda, entre una tracción total convencional y un sistema 4×4 más completo; algo que Suzuki llama Allgrip.
Esa es la gran novedad, porque el motor produce los mismos 83 caballos de potencia y la transmisión es manual de cinco marchas. Bueno, la suspensión fue levantada unos milímetros, para un total de 14-15 cm al suelo sin comprometer la estabilidad. Literalmente es un softroader curioso e interesante.
Pocos detalles estéticos delatan al Suzuki Swift de tracción total. Como las insignias Allgrip o la clara altura al suelo; por todo lo demás es el Swift de cuarta generación que conocimos hace bastante. Se mantienen ese diseño frontal bastante peculiar, colores llamativos, rines de 14 o 15”, en fin. Su interior tampoco cambia demasiado, con toda una oferta de asistencias ADAS al manejo, pantalla de 9”, botones físicos y acabados simples, aunque bien logrados.
En otras palabras, este es un Swift con botas de trabajo, pero nada que indique sus intenciones. Se le ofrecerá en mercados europeos por ahora, así que no tenemos confirmación que Latinoamérica sea un mercado objetivo para esta versión. Quizá Suzuki deba mirar a Brasil, que tiene al VW Polo Robust y Fiat Argo Endurance, para ofrecer un competidor igual de asequible y más capaz en terrenos difíciles.
