Hace casi dos décadas nos maravillábamos ante el poder del Bugatti Veyron, sus más de 1000 HP y sus números que hacían palidecer a cualquier otro auto deportivo. Fue el primero en cruzar la barrera de los 400 km/h y un 0-100 km/h en 2.5 segundos; mas sin embargo la humanidad ha avanzado a pasos agigantados desde entonces. Hoy en día si se quiere poseer el récord aceleración de el 0-100, un auto eléctrico es la única manera de conseguirlo.
Tesla es el que nos mostró el camino hacia la aceleración estaba en la potencia eléctrica, con todos los modos ridículos que posee el Model S. No obstante, hoy en día es el Rimac Nevera y sus 1914 HP los poseedores del récord de aceleración. O bueno, lo eran hasta que entró este retador en el ring.
Cohete de bolsillo literal
En términos de lucir como un auto, este bólido eléctrico que ve aquí y que ahora posee el récord de 0 a 100 km/h parece todo menos un vehículo normal. De hecho parece el hijo de un kart de centro comercial con el monoplaza con el que Max Verstappen ganó el título de Fórmula 1. Esta creación es obra de un grupo de estudiantes de la Universidad de Stuttgart que se denomina GreenTeam.
El video donde presentan su récord es poco ortodoxo, pero el resumen es el siguiente: este pequeño auto pesa apenas 145 kg, gracias al extensivo uso de fibra de carbón, y es tan diminuto como un kart. Un potente motor que desarrolla 180 kW (o 241 HP) que viajan a las 4 ruedas. No parece mucho en comparación con el Rimac Nevera, pero gracias a su peso posee el equivalente de 1.750 HP por tonelada. Ni el Rimac alcanza esas figuras en sus sueños.
Según el grupo de 20 estudiantes esto equivale a una fuerza en aceleración de 2.5g, similar a la que experimentan los pilotos de F1 en las curvas o un astronauta al reingresar a la atmósfera. Por cierto, esta hazaña está certificada por el libro de los récords Guinness, y es de esas cosas en la vida que si pestañea se la pierde. Porque 1.461 segundos son más rápidos que el aleteo de una mosca, o un Bugatti, o un Rimac.
El dilema de la aceleración eléctrica
De cierta manera es bueno que un auto así exista en los confines de una pista y no en la vida real. ¿Imagina un auto familiar capaz de estas velocidades? Dudo mucho que el cerebro humano sea capaz de comprender una aceleración tan extrema, pero el Model S Plaid es testamento de que vendrán autos más rápidos. De cualquier forma, felicidades a este grupo de estudiantes en Alemania y su E0711-11 EVO. No es el nombre más fácil de recordar, pero su récord ciertamente lo es.
