Un tornado categoría F5 en la Escala de Fujita es una violenta fuerza de la naturaleza con vientos de entre 420 y 510 km/h. De ahí el nombre con el que Hennessey Performance bautizó su nueva creación la diferencia de que el Venom F5 puede alcanzar velocidades todavía mayores. Ya conocíamos el motor de este bólido, un V8 alimentado por dos turbos para producir más de 1.800 caballos de potencia, pero hoy por fin Hennessey dio a conocer el producto terminado. Y el motor no es lo único notable: el Venom F5 aspira a ser más refinado y manejable que su antecesor, el Venom GT.
F de Furia
En 2019 Hennessey Performance presentó al mundo su motor Fury del cual ya hablamos con mayor detalle en otro artículo. En esencia se trata de un V8 basado sobre la arquitectura básica del venerable motor LS de General Motors. Esta unidad de 6.600 cc produce 1.817 HP a 8.000 rpm y 1.617 Nm de torque a 5.500 rpm. Fiel al legado tuning de Hennessey, este motor combina elementos diseñados exclusivamente para esta aplicación con piezas aftermarket disponibles al público. Los turbos, las wastegates y las válvulas de alivio son suministradas por Precision Turbo y todo está controlado por una computadora MoTec.
Fury está acoplado a una transmisión manual robotizada de siete velocidades y un solo clutch fabricada por Cima. Prácticamente es la misma unidad usada en otro híperauto estadounidense, el SSC Tuatara, cuyo récord de 508,73 km/h todavía está en tela de juicio. Eso sí, las relaciones de caja son ligeramente más cortas en el Venom F5 y su piñón de séptima permitirá una velocidad máxima de apenas 534 km/h. Hennessey afirma que no planean alcanzar esta cifra, sino que simplemente querían tener margen de error para superar los 500 km/h.
A diferencia del Hennessey Venom GT, el Venom F5 es mucho más que un simple Lotus Exige alargado. El monocasco en fibra de carbono fue diseñado específicamente para este vehículo y pesa escasos 86 kilogramos. Toda la carrocería está fabricada en ese mismo material mientras que el motor y la suspensión reposan sobre cunas de aluminio. En total, el Hennessey Venom F5 pesa 1.360 kg, resultando en una relación potencia peso de 1,34 HP/kg: suficiente para eclipsar a nombres como Koenigsegg y Bugatti. Completando el apartado mecánico encontramos frenos de compuesto carbocerámico, suspensión Penske y rines en alumino cubiertos en caucho Michelin Pilot Sport Cup 2.
La aerodinámica de un tornado
Considerando que estamos ante un carro capaz de hacer el 0-100 en menos de 3 y el 0-200 en menos de 5, es claro que su diseño privilegia la función sobre la forma. Visto de frente se parece un poco al SSC Tuatara y su carrocería combina líneas rectas con curvas suaves y aerodinámicas. El resultado es una carrocería relativamente compacta de 4.666 milímetros de largo y 1.971 mm de ancho con un coeficiente de arrastre de 0,39. Finalmente, el interior representa también una mejora sustancial respecto al antiguo Venom GT. La cabina del Hennessey Venom F5 está inspirada en la de un avión de combate y está repleta de cuero, aluminio y fibra de carbono.
Eso sí, no hay mucho en términos de tecnología a bordo fuera de un tablero de instrumentos digital para el conductor y un sistema de info-entretenimiento marca Alpine. Esto le brindará al Hennessey Venom F5 conectividad Bluetooth, Android Auto y Apple CarPlay. Lo importante, sin embargo, no es el equipamiento sino las emociones transmitidas por ese timón estilo F1. Solo se fabricarán 25 unidades de este híperauto y el ejemplar de las fotos, terminado en Speed Devil Blue, es la primera producida. Ya tiene cliente, pero otros 24 afortunados podrán adquirir el Venom F5 a un precio de 2,1 millones de dólares.