Christian von Koenigsegg acaba de hacer un anuncio que nos dio escalofríos: la marca dejará de perseguir el récord de velocidad. Antes de que entren en pánico, el CEO de Koenigsegg afirmó que será después de que el Jesko Absolut logre su cometido, pero después “la compañía nunca se esforzará por fabricar un automóvil de carretera de producción en serie más rápido, nunca”. Parece una declaración de crisis, pero en realidad, es un paso lógico para una marca que ya llegó a la madurez.
Esto quiere decir que el Koenigsegg Jesko Absolut será el último hiperauto de la marca capaz de batir un récord de velocidad. De todas formas, con una velocidad máxima teórica de 532 km/h, será difícil superar este hiperauto. Por si no lo recuerda, el Jesko Absolut es una orgía de números: 1.600 HP y 1.500 Nm salidos de un poderoso y tradicional motor V8 de 5 litros twin turbo. La caja es otra gran novedad pues es una LST de 9 velocidades y 7 embragues. Se podría decir que el Jesko es el canto del cisne de los hiperautos tradicionales antes de pasar a la era híbrida con el Gamera.
Abandonar para sobrevivir
Ahora, si Koenigsegg puede crear un auto con semejante capacidad para batir un invencible récord de velocidad ¿Por qué abandonar la lucha? Porque no es económicamente sustentable por más que sea una buena estrategia de mercadotecnia. Koenigsegg logró llamar poderosamente la atención con el récord que logró batir en el 2017 con el Agera RS. Después de eso tuvo mucha publicidad gratuita y sin duda eso atrajo clientes. En ese momento llamó la atención por destronar al mismísimo Bugatti y eso los ayudó a crecer. Después de eso SSC intentó hacer lo mismo con el Tuatara, con todo y la polémica que generó.
Cuando el Koenigsegg Jesko Absolut llegue a sus clientes en el segundo trimestre del 2022, intentará obtener ese récord de velocidad por última vez y será todo. Para ese entonces, Koenigsegg ya será una marca consolidada y no va a necesitar crear autos imposibles para llamar la atención después de eso. Recuerde que Lamborghini también renunció a la búsqueda de la velocidad máxima hace rato y eso que los italianos llevan más tiempo en el negocio. Otro que abandonó ese objetivo fue Bugatti cuando superó los 490 km/h con un auto que nunca llegó a fabricarse. Aun así, la hazaña logró su cometido, llamando la atención mundial.
Velocidad con compromisos
Otro punto para tener en cuenta es que crear un hiperauto con esas capacidades es, además de costoso, complicado. Para hacer el Jesko casi tuvieron que reinventar el motor V8, desarrollando un montón de tecnología que hiciera posible pasar los 532 km/h. El problema es que esa tecnología no tiene futuro, ya que autos como el Rimac Nevera ya van por un camino diferente obteniendo los mismos resultados. Creo que no hace falta hablar de la usabilidad en la calle de un hiperauto de 1.600 HP y con un valor aproximado de 2.8 millones de dólares. Parece que el récord de velocidad es un asunto reservado para las pequeñas marcas que quieren llamar la atención, mientras que los grandes fabricantes ya no están para esos trotes.
