Pero si es el mismo Volkswagen ID.3, ¿entonces qué cambió? Si le pregunta a la marca, varias cosas; pero cualquier persona común verá que el modelo es casi idéntico, salvo por una paleta de colores más viva. Aun así, Volkswagen insiste que la actualización ID.3 ofrece una mejor experiencia, tiene cambios importantes, más eficiencia y todas esas palabras bonitas que adornan un comunicado de prensa.
No queremos decir que el ID.3 es malo, porque vende bastante bien entre el portafolio eléctrico de Volkswagen. Sino que en este caso particular la actualización del Volkswagen ID.3 no trae muchas cosas nuevas ni revoluciona el mercado; todo lo opuesto ya que es casi el mismo auto que se presentó hace tres años en Alemania. Y a veces mantener esa familiaridad y constancia en sus sistemas es algo bueno, aunque no siempre es tan positivo como cree.
“Entre más cambia, más igual se ve”
El mayor ejemplo de esto último es la insistencia por Volkswagen en usar controles táctiles. Salvo un puñado de “botones físicos” que en realidad son más táctiles que otra cosa, como los presentes en el volante. Los clientes de Volkswagen manifestaron su descontento ante la operación de estos, y la marca prometió que los cambiaría. Con cambiar se referían a conservarlos pero intentar que sean “más sencillos de usar”. Dejaremos que el tiempo y los conductores sean los jueces de ese asunto.
La primera actualización notable está en la pantalla, que se crece de 10 a 12 pulgadas, pero solo en los modelos más completos. El clúster de instrumentos sigue siendo de 5.3 pulgadas, y ahora recibe un head-up display con realidad aumentada de manera opcional. Los gráficos de todas las interfaces fueron refinados y ahora hay dos puertos USB tipo C de carga, muchas asistencias al manejo como detección de carril o frenado autónomo, y actualizaciones al software inalámbricas.
Volkswagen es enfático en decirnos que el exterior es nuevo, con elementos más aerodinámicos, estética retocada y en general un porte más “serio y deportivo”. Si nos lo pregunta, se ve casi idéntico al anterior ID.3 y se veía mejor en renders, pero al menos hay una pantalla más grande.
¿En donde quedó la eficiencia?
Mecánicamente el asunto tampoco cambió, con un único motor, baterías de 58 o 77 kWh y una autonomía que se mantiene en 426 o 546 km en el ciclo WLTP. Extraño, ya que Volkswagen mejoró su aerodinámica y debió exprimir al menos un par de kilómetros extra en rango. Su potencia tampoco varía, con 201 caballos, 310 Nm de torque y una velocidad limitada a 160 km/h.
En resumen, Volkswagen actualizó al ID.3 y prefirió ir a la segura conservando todos los aspectos que identifican al modelo. El motor y baterías permanecen intactas, y en el interior hay una pantalla más grande y head-up display. Ah, y antes que lo olvidemos, la cabina posee más materiales reciclados y sostenibles que antes. Eso también es un cambio digno de mencionar.