La Pantera Rosa llamó ofendida, y quiere su carro de vuelta, porque claramente este pequeño auto francés le cae como anillo al dedo a este icónico personaje de la animación. Ante usted Renault presenta al 5 Diamant, un modelo especial que conmemora los cincuenta años del lanzamiento de este emblemático modelo. Algo confuso, considerando que el aniversario cincuenta es el de oro, con el de diamante llegando a los sesenta años, pero los franceses tienen sus razones para preferir esta roca preciosa.
Lejos de ser una restauración de algún Renault 5, como otras marcas suelen hacerlo, la casa francesa optó por una dirección más “radical” para celebrar estos cincuenta años. Renault colaboró con el diseñador y arquitecto Pierre Gonalons para darle forma a este “show car” único, reinterpretando la apariencia original del Cinque, y modernizando su corazón para que lata con más fuerza en el siglo XXI.
Derroche de arte contemporáneo
¿A qué nos referimos con modernizar? Bueno, este Renault 5 celebra sus cincuenta años transformándose en un restomod bastante surreal. Gonalons se inspiró en la composición de fina joyería y piedras preciosas para refrescar el aspecto exterior del R5. Su parrilla frontal parece un brazalete de oro, y sobre él reposan dos nuevas luces que parecen dijes flotando en el frente del R5. A primera vista parece extraño, pero entre más lo mire, más cobra sentido.
El patrón de piedras preciosas continúa en las luces posteriores, que de cerca parecen finos diamantes y probablemente lo sean. Después de todo, los franceses suelen tener esos excesos. El diseño externo lo complementa una carrocería con una tonalidad rosado mate, molduras inferiores doradas, y unos rines de cubierta con el diseño del sol en el centro. El logo de Renault se ve alterado con las iniciales de Pierre Gonalons, y la compuerta trasera exhibe con orgullo una insignia dorada que lee “R5 Diamant”.
Si pensaba que todo esto es extraño y peculiar, no ha visto nada. La cabina claramente sigue una filosofía inspirada por una obra de arte contemporánea ubicada en una elegante sala de mármol. Si no me cree, sólo observe el volante en forma de pretzel con un recubrimiento que sólo encontraría en un museo, o en el baño de un hotel cinco estrellas. Dicho patrón se extiende a la consola central, cuyo aspecto parece más el de una tina o lavamanos fino, con “grifería” dorada a modo de palanca de cambios.
Nuevo corazón eléctrico
Las extrañas ideas continúan en las entrañas del Renault 5, que cincuenta años después desecha su motor de 4 cilindros por una unidad eléctrica. Renault no especifica datos de potencia o rango, pero seguramente son “adecuados”. En el interior también habita un nuevo panel de instrumentos con tres relojes, y el sistema de entretenimiento lo ponen los mismos pasajeros, ya que sólo existe un puerto para colocar un celular y poner la música que desee. Idea que no se ve nada descabellada para los autos del futuro cercano.
Como podrá sospecharlo, este auto no irá a producción, y tampoco Renault tiene planes de un programa de restomods con estas características para el R5. Aunque casi nos hace desear que el próximo Cinque eléctrico fuese así, y no la “versión moderna” que Renault prepara para el 2024 o 2025.
