Amigos puristas, si están viendo esto, quizá quieran tapar sus ojos. No porque vayamos a llenar de obscenidades estas líneas, sino porque la idea de un Mazda Miata eléctrico parece muy sacrílega. Incluso para la misma marca, que admite que el siguiente modelo tendrá un motor a combustión y que se resistirán a la electricidad pura por el tiempo que puedan.
Sin embargo, la innovación y la tecnología no paran. Que Mazda no quiera transformar al Miata en un deportivo eléctrico no significa que nunca lo han considerado. Como buena marca japonesa, Mazda no cerró la puerta a la idea y esta patente, creada en octubre de 2024, confirma que la marca con casa en Hiroshima tiene un plan B (o debería decir EV) para su MX-5 Roadster a futuro.

Idea en consideración
La idea emergió en la Oficina de Patentes de EE.UU. hace unos días, con Mazda simplemente llamándola “auto eléctrico”. Claramente tiene la silueta de un Miata y las ideas allí plasmadas también indican el desarrollo de un deportivo de algún calibre.
Como sabrá, el espíritu del Miata, llamado también MX-5 o Roadster, es simple. No se trata de potencia extrema, sino de un chasis dinámico, una sensación de manejo divertida a cualquier velocidad, aceleración suficiente y una gran conexión entre el camino, el auto y el piloto.

Ello traduce a un auto de gran agarre, fácil de conducir de forma agresiva y que invita a descubrir esos límites. Su distribución de peso, motor delantero, tracción trasera y dos plazas, con un peso nunca por encima de 1,2 toneladas, es algo difícil de replicar en un eléctrico.
Preservando el espíritu Miata, de forma creativa
Mazda lo sabe y es por ello que propone una configuración poco convencional para ubicar el motor y baterías de ese Miata eléctrico. En vez de usar un chasis “de patineta” con las celdas bajo la carrocería, Mazda distribuye las celdas en distintas partes, como el túnel de transmisión, tras las sillas y al frente de la cabina.

La idea no sólo es mantener el balance, también permite una distribución de masa y fuerzas G más equitativa, estampas del Miata a gasolina. En ese mismo túnel de transmisión iría un único motor, colocando así el centro de gravedad de este deportivo eléctrico en el centro del chasis.
Claro que esto es apenas una idea, una visión de cómo Mazda daría forma al Miata eléctrico. No es una confirmación que existirá, porque la marca dejó claro que no quieren hacerlo. Y de hacerlo, se necesitan baterías más ligeras y eficientes, motores compactos y hasta transmisiones manuales compatibles para hacer realidad esta visión.
Ahora, un RX-7 híbrido electrificado con esta configuración, esa es otra historia y Mazda sí podría aprovechar estas patentes.
