Finalmente tenemos las cuatro joyas de la corona japonesa, cinco si cuenta al Toyota Century. Ya lo conocemos en varias formas crossover, pero ya era hora que el Toyota Crown adaptara la mejor forma que conoce: la de un sedán de lujo que es exclusivo de Japón, como siempre. Claro que sedán es un término que usamos de forma algo liberal, porque si bien Toyota lo llama como tal su forma es más parecida a la de un cupé fastback de 4 puertas.
En típica tradición de Toyota, el nuevo Crown Sedán será exclusivamente híbrido y marca su modelo más lujoso y completo que no es el Century ni tampoco el Lexus LS. Técnicamente tenemos dos Crown sedán, con uno más afín a esa forma que el otro. Pero en lo que respecta al primer Crown que llegó a Occidente, ese es un sedán intermedio para alguien que busca algo por encima de un Camry. El Toyota Crown Sedán va dirigido a un público más maduro, que posiblemente es gerente nacional de Toyota, o incluso encargado de la planta donde se arma dicho Camry.
El pináculo del lujo japonés
Vamos directo a su forma, porque el Toyota Crown Sedán claramente es un hatchback alargado. Es una forma elegante muy de los años treinta, en la cual los vehículos “fordor” (cuatro puertas) solían lucir un frente imponente con una cabina en forma aerodinámica. Esta es la respuesta japonesa al Porsche Panamera, así Toyota no tenga intenciones de vender al Crown Sedán por fuera de Japón.
Entre todos los modelos Crown este es el más elegante y sobrio, luciendo una parrilla con acentos cromados, un frente afilado con la filosofía “hammerhead” de Toyota y pliegues muy sutiles en los costados. Unos rines en forma de turbina adornan los costados, y atrás un sutil spoiler corona la enorme caída del pilar C, con un enorme cristal en la parte trasera. Su forma se asemeja fuertemente a una gota de agua, de hecho.
En total son 5.05 metros de largo, con una distancia entre ejes de 3 metros, convirtiéndolo así en uno de los modelos más grandes de Toyota. Uno que si bien es dinámico de conducir, su enfoque es el espacio para la segunda fila.
Motivado por energías más limpias
Bajo todo esto se esconde un propulsor que puede ser híbrido o usar una celda de hidrógeno. Este último es el mismo sistema que incorpora el Mirai, que parece una versión miniatura del Crown Sedán. Con este nos dice Toyota que el Crown puede recorrer hasta 800 kilómetros con cada recarga de hidrógeno, y sospechamos que ofrece una potencia similar por encima de los 300 caballos cortesía de su motor eléctrico en el eje trasero.
Por el lado del modelo híbrido, este emplea un motor a gasolina de 2.5 litros con turbo junto a dos propulsores eléctricos, capaz de mover al Crown en modo 100% eléctrico por 43 kilómetros. Toyota no quiso revelar todos los detalles de estos propulsores que, de nuevo, deben estar bien por encima de los 300 caballos de potencia. Y en el caso del modelo híbrido, poseer tracción en las cuatro ruedas es casi un requisito.
Para conducir y también para usar chofer
Lo que Toyota quiere que admiremos en el Crown Sedán es su interior. Aparte del enorme espacio en la segunda fila y los acres de cuero, Toyota nos dice que trabajó en dos áreas clave. La primera es una “arquitectura de isla”, que agrupa los controles y puntos de enfoque en la cabina en áreas específicas, adornadas con madera real que recorre las puertas y tablero.
En segundo lugar está la iluminación ambiente usa el principio japonés omotenashi, evocando un aire de hospitalidad con colores suaves y destellos gentiles a lo largo de la cabina. Toyota claramente dice que el Crown Sedán es para ser llevado en la parte trasera, incluyendo viseras y toldos de privacidad, una suspensión que absorbe las irregularidades del camino y cancelación de ruido externo.
Curiosamente el Crown Sedán, con toda su opulencia, no es costoso si se usa la tasa de cambio de yenes a dólares. El modelo híbrido enchufable ronda los 48.500 dólares y la variante con celda de hidrogeno los 55.000 USD, ubicándolo muy por debajo de sedanes de tamaño comparable como un BMW Serie 5 o Mercedes-Benz Clase E.