La familia del Toyota Crown se expande y el nuevo integrante es la versión Sport, y cómo no, con poder híbrido. Antes de que lo mencione tiene razón, se parece bastante al Ferrari Purosangue. Así como en su tiempo el Toyota MR2 era el “Ferrari para pobres”, el Crown Sport podría ser la secuela en forma de camioneta.
El nuevo Toyota Crown Sport hibrido emergió en Japón y aunque su diseño y silueta sugieren que es un crossover, es más bien un hatchback levantado. Podríamos llamarlo CUV (Compact Urban Crossover) o incluso una especie de shooting brake, si queremos ser arriesgados. Al menos el frente es idéntico al Crown Sedán que ya conocimos, solo que su techo casualmente sigue hacia el pilar C. Algo que en jerga automotriz se conoce como hatchback.
Una apariencia atlética que es y no es un crossover
Recordemos que el Toyota Crown se actualizó por completo y tendrá cuatro variantes distintas, con el modelo Sport híbrido siendo el segundo. Apropiado, ya que el Crown es el segundo modelo más prestigioso en la jerarquía de Toyota, apenas por detrás del Century. En el frente tenemos esas luces diurnas en forma de C alargada y un frontal afilado, coronado por un capó largo y una parrilla inferior con tintes deportivos.
La cabina del Crown sedán se extendió creando una silueta baja en contraste a la alta cintura del modelo Sport, sugiriendo un vehículo más aerodinámico y pegado al suelo de lo que es. Los rines de 21 pulgadas acentúan esa percepción musculosa y aerodinámica. Atrás nos topamos con una compuerta hatchback convencional, con un spoiler y una barra LED que divide el vidrio y la carrocería, con la palabra CROWN adornando toda esta. Sutiles insertos negros en la línea baja del exterior completan la apariencia del Crown Sport.
De hecho ya hay un Crown SUV planeado, modelo que sí es alto y es similar a una Highlander. Así que el modelo Sport será un “crossover” en grandes comillas, ya que nos resulta más un hatchback deportivo y sobrio. Tampoco es un vehículo pequeño, superando los 4.7 metros de largo cortesía de la plataforma TNGA-K que también emplean la RAV4, la minivan Sienna y la igual de grande Toyota Highlander y Grand Highlander.
Más elegante que un Toyota convencional
En la cabina encontramos un aire de elegancia con cierta sofisticación, usando el logo en forma de corona que caracteriza al nombre Crown. Agradecemos el uso de botones físicos en medio e las interfaces digitales de 12.3”, y hay una variada selección de acabados en cuero con tonalidades oscuras o cafés y acentos plateados que evoquen un balance entre armonía y conducción deportiva, o eso dice Toyota.
Un toque extra es una insonorización mayor particularmente en el techo, con cancelación de ruido para ofrecer un andar más confortable a los cinco ocupantes. Aún así, Toyota insiste en que es un vehículo atlético para conducción entretenida, que casualmente también trae lujos y sofisticación.
Poniendo énfasis en la palabra Sport
Finalmente está lo que pone el aspecto híbrido en el Toyota Crown Sport. Motores de 2.5 litros turboalimentados con asistencia eléctrica motivan al Crown Sport, sea con baterías autorecargables o enchufables. Del primero conocemos los detalles, usando una configuración que envía 231 caballos de potencia a las cuatro ruedas, con diferenciales electrónicos. Desconocemos si Toyota se anime a exportar al Crown Sport afuera de Japón como su versión sedán, ya que esta usa un motor híbrido de 2.4 litros que asciende hasta los 340 caballos de potencia.
Toyota nos dice que el modelo enchufable tendrá una batería con bastante autonomía en modo eléctrico, y cuyo espacio de cabina no se verá comprometido por el uso de baterías. Sospechamos que será un tren motor similar al de la RAV4 PHEV, con un poder combinado de 302 hp y una aceleración notable para sus dimensiones.
Detalles no menores para hacerle honor al nombre Sport son su suspensión independiente en ambos ejes, dirección en las cuatro ruedas y una dirección precisa que comunica bien la sensación del camino al conductor. Con tanto énfasis que Toyota pone en su deportividad, comenzamos a pensar que el Crown Sport híbrido sí es un Ferrari Purosangue más asequible.