Rolls-Royce-Ghost-Serie-II
- Publicidad -

No es una actualización, es una segunda serie que no desestima la anterior, ni deja el magnánimo porte de lado. Salude al Rolls-Royce Ghost Serie II, sutil actualización del “Rolls” más pequeño de la casa que luce más elegante y dignificado que nunca. Y cuando la casa británica renueva su portafolio, lo hace perfeccionando hasta el cansancio cada detalle.

Se supone que el Ghost es el Rolls-Royce “deportivo”, ese que se enfoca más en la conducción y el Serie II no es la excepción. Pero, ¿a quién engañamos? Todos saben que este es un sedán/limusina de lujo para viajar en la parte trasera y disfrutar del camino con una copa de champaña o algo por el estilo.

Un Rolls más aerodinámico, pero con el mismo lujo

Rolls-Royce-Ghost-Serie-II

Comencemos con el exterior del Ghost Serie II, retocado sutilmente por Rolls-Royce para lucir más afilado. La parrilla “panteón” fue retocada, al igual que las defensas y luces rectangulares, con acabados redondeados. No faltan los acentos cromados, que adornan al Ghost sin exageración, los nuevos rines de 22” y una parte trasera más curvilínea y moderna, alejándose un poco del estilo de los Phantom y Cullinan.

Su exterior posee una nueva tonalidad, azul “Mustique”, inspirado en una isla del Caribe y en el Phantom II Continental de 1929. Su V12 biturbo de 6,75 litros no cambia, muy a pesar de la exigencia europea de electrificación. Aún produce 563 hp de la forma más suave y refinada posible, con un 0 a 100 km/h ocurriendo en poco menos de 5 segundos.

Duplicando los excesos

Rolls-Royce-Ghost-Serie-II

Pasando al interior, los diseñadores de Rolls-Royce dieron rienda suelta a su creatividad. El tablero ahora emula un cielo estrellado cual “astrofotografía”, con elementos iluminados y acabados en vidrio. Y ello incluye un reloj análogo y el Espíritu del Éxtasis integrados junto a la pantalla, que ahora posee una interfaz más moderna. 

Detalles como madera de poro abierto, asientos con patrones en cuero especiales, bambú, instrumentos del color del vehículo y hasta una tapicería que emula las nubes sobre Goodwood son algunos de los detalles disponibles en el Ghost. Todo para olvidar que tiene pantallas traseras, Wi-Fi o un amplificador de sonido de 1.400 watts. Todo esto también aplica al Ghost de chasis extendido, por cierto.

El toque final, ya para despedir al Rolls-Royce Ghost Serie II es un sistema de radar y GPS que escanean el camino que transita para elegir la marcha correcta, ajustar la suspensión y eliminar baches. ¿Ridículo? Sí, pero cuando se trata de Rolls-Royce, es lo mínimo que se puede esperar.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí