A estas alturas, no es un secreto que todas las marcas desecharán los motores a gasolina en favor de la electricidad. O por lo menos, motores eléctricos. Por mi parte le tengo fe aún al hidrógeno, pero falta mucho para eso. El punto es que, muchas marcas poseen modelos que se encuentran al inicio o mitad de su ciclo de vida, y que no cuentan ni con hibridación o planes concretos para el futuro. Tal es el caso del BMW Serie 8 de estas fotografías espía, confirmando un facelift del modelo para respirar una bocanada fresca de aire; antes de que los bávaros tengan que rascarse la cabeza para encontrarle reemplazo. O convertirlo en auto ecológico.
BMW es una marca con toda una gama establecida y a la par nuevos modelos eléctricos que “asumirían” el sitio de aquellos que queman dinosaurios. Por ejemplo, el BMW i3 asumiría el rol que actualmente ocupa el Serie 3. No el i3 que parece un huevo, este i3. Lo mismo con el i4, o el i5. Seguramente BMW tendrá un i8 en mente que reemplace al actual Serie 8. Y que le vaya mejor que el i8 que ya intentó vender la marca. Pero por ahora, el nombre del juego para todos los fabricantes es actualizar los modelos actuales por un par de años más. Todo mientras desarrollan más y más tecnologías verdes.
Retoques estéticos, misma silueta imponente
Con este se completan 3 avistamientos espía del BMW Serie 8 y su anticipado facelift. Primero se dejó ver su versión coupé, y luego hizo lo propio el gran coupé. Esta vez es el convertible que nuestro espía descubrió rodando muy casualmente por Alemania. Al parecer, los cambios más grandes del nuevo modelo se encuentran en el frente y parte posterior. Sitios que BMW se cercioró de camuflar completamente, para evitar que los curiosos descubran lo nuevo del Serie 8. Pero no cuentan con la astucia de un periodista automotriz.
Para comenzar, la parrilla frontal del Serie 8 no verá muchos cambios. Creo que hablo por todo el mundo al decir que esta es la dirección que debe mantener BMW. No más Bimmers con dientes gigantes al frente. La fascia delantera recibiría retoques sutiles en las tomas de aire y luces, que sospecho poseerán aún más luces LED. En general, una estética más limpia y acorde con la modernidad, algo así como el nuevo Serie 2. Una historia similar ocurriría en la parte trasera, con un diseño de los escapes y difusor retocado y más LEDs iluminando el camino.
Los motores no recibirían grandes cambios, y la cabina simplemente recibiría una actualización de software y artilugios tecnológicos. El nuevo BMW Serie 8 haría su debut hacia mediados o finales del 2022, seguramente como un modelo 2023. De ser así, a este modelo en particular (G15) estiraría su esperanza de vida al menos por dos o tres años más. Para ese entonces, lo más probable es que ya tengamos un Bimmer eléctrico cubriendo todas las bases que la marca posee en la actualidad.
