No queremos decir que se veía venir, pero era inevitable. El Citroën C3 que se produce en Brasil es un city car interesante, pero al ser destinado para una región en la que ciertos implementos de seguridad siguen sin ser obligatorios, se abre la puerta a este tipo de conclusiones. Latin NCAP no tuvo piedad contra el Citroën C3 producido en Brasil, otorgándole la peor calificación en sus pruebas de seguridad: cero estrellas.
Si le pregunta a la gente de Stellantis, deben estar teniendo pesadillas con Latin NCAP, porque antes del Citroën C3 fue el Jeep Renegade el vehículo que obtuvo una mala calificación. Y los representantes de Latin NCAP no guardaron su desdén contra el conglomerado automotriz, calificándolo de vergonzoso y otros adjetivos que nos recuerdan una vez más que las normas impuestas en nuestra región no son suficientes. Sí, las marcas eligen simplificar el equipamiento en seguridad de sus modelos para Latinoamérica, pero como consecuencia de la ausencia de leyes que exijan esos elementos en primer lugar.
Pobres resultados
Veamos al video y resultados del Citroën C3 en Latin NCAP. Hace 5 o 10 años probablemente la calificación sería unas 3 o 4 estrellas, ¿pero hoy? El primer problema está en la ausencia de elementos como frenado autónomo de emergencia, alertas de precolisión y todos esos elementos que deberían ser de serie y exigidos en la región. El C3 en su forma más básica cuenta con dos airbags únicamente, control de estabilidad, frenos ABS y alerta de cinturón solo para el conductor. Así que ya se imaginará el problema.
En la prueba de choque frontal Latin NCAP descubrió que la estructura de la cabina no es la más integral y que puede deformarse en impactos por encima de los 65 km/h. La protección para el pecho de los ocupantes de adelante no fue buena, al igual que en las piernas ya que elementos del tablero se deformaron, afectando las extremidades inferiores de los dummies. En cuanto a la protección para niños, esta tuvo una calificación baja (12%) a causa de no poder desconectar la bolsa de aire del pasajero, y la maña señalización de los anclajes ISOFIX en las plazas traseras.
Otros detalles que encontró Latin NCAP en su prueba son poca mitigación del efecto “latigazo” (whiplash) en el cuello, el choque lateral también fue deficiente a falta de bolsas de aire de cortina y una prueba del alce que es aceptable, alcanzando los 70 km/h. Lo que condena al C3 es su poco equipamiento en seguridad y la estructura de su carrocería, dos aspectos que Latin NCAP no puede dejar que pasen por alto.
Le llueven críticas a Stellantis
Usted sabe que los representantes de Latin NCAP no temen en expresar su opinión frente a los resultados buenos y malos. Aquí le dejamos un par de ellos para cerrar la prueba del C3. Stephan Brodziak, presidente de la comisión directiva de Latin NCAP, atacó con toda al Citroën, calificándolo como un vehículo que “representa una afrenta a la salud e integridad de los latinoamericanos”. También le exigió a Stellantis que no comercialice autos con tan pobre seguridad en la región.
Alejandro Furas, secretario general de la entidad, señaló que “es inaceptable que sus vehículos (Stellantis) logren tan bajo nivel de seguridad cuando saben muy bien cómo producir autos asequibles y más seguros”. Todos los comentarios están en el reporte, por si quiere leer todas las críticas que hicieron a Stellantis.