Vamos con una declaración que no sorprenderá a nadie: el BMW M3 E30 es el mejor M3 de la historia. No solo por ser el primero, sino por ser la versión más pura y enfocada al manejo, el más exitoso en competencias junto al E46 y porque tiene ese diseño de los ochenta que le encanta a casi todo el mundo. Pertenece a una época en la que BMW era una marca más transparente y entusiasta. Manhart lo sabe, y decidieron lanzar su propia interpretación para restaurar al BMW M3 E30.
Llámelo un álbum “remasterizado” con canciones inéditas y versiones con mayor detalle en el estudio. Es la experiencia musical que ya conoce, pero con más cosas para deleitarse. Manhart llama a este álbum el MH3 3.5 Turbo, y en esencia es un BMW M3 E30 con un motor seis en línea como lo tuvieron sus sucesores. Una forma controversial pero atractiva de afrontar este proyecto, sin despreciar las proezas de ese motor turbo 2.3 de 4 cilindros que motivaba al M3 original.
Seis en línea de la época
Manhart no esconde el hecho que el cambio de motor al BMW M3 E30 pueda ser controversial. Lejos de inclinarse por el propulsor actual de algún M3 o incluso un Serie 3 estándar y llamarlo un “restomod”, el preparador alemán pide ayuda de otro experto en Bimmers. En concreto de Alpina, de quienes toman prestado el motor seis en línea de 3.5 litros que movía al B7 S Turbo, una interpretación del BMW 530i de la misma época.
En otras palabras, Manhart fusionó dos modelos de los ochenta para obtener el Bimmer definitivo de esa década. Calibrado con otros elementos, como dos turbocargadores mejorados KKK y un intercooler más eficiente, Manhart eleva el poder de ese motor de 330 a 405 caballos de potencia, con 150 Nm más de par motor para una cifra total de 650 Nm. Si lleva las cuentas en casa eso es el doble de lo que tenía el primer M3, y casi el doble que la variante Sport Evolution inicios de los noventa.
La gente de Manhart también agrega un escape moderno de mayor flujo, un diferencial Drexler con bloqueo parcial y refrigeración extra. La transmisión manual original de 5 marchas sigue presente, solo que alterada para administrar ese incremento de poder y torque.
Oda al original… pero con mejoras sutiles
El preparador alemán no se detiene allí, retocando la estética clásica del M3. Los guardafangos ensanchados ahora cubren rines más modernos de 19 pulgadas. Al frente hay un splitter más pronunciado, acentos rojos a lo largo de la carrocería y una aleta en fibra de carbono adicional al clásico alerón del M3 E30. Manhart nos dice que tomó como inspiración el aspecto del M3 EVO3 para forjar estas modificaciones.
La suspensión y frenos también fueron mejorados, con mordazas Brembo de cuatro pistones, discos perforados y coilovers de H&R. En el interior Manhart decidió preservar la esencia del BMW M3 E30, agregando únicamente un panel digital para vigilar ciertos aspectos del motor. Eso y una tapicería de color rojo profundo, como era típico en los ochenta. Luego del Lancia Delta, este es el segundo proyecto nostálgico de Manhart, y aunque reemplaza el motor original, el preparador nos conquista con una fuerte dosis de nostalgia que combina lo mejor de BMW M, Alpina y Manhart.