Técnicamente lo que hizo aquí ABT es modificar un Audi, marca en la que se especializa este preparador alemán. La diferencia es que este “Audi” se ensambló en Italia y tiene una apariencia mucho más agresiva, incluso antes de que ABT aplique su magia. No hay duda que el Lamborghini Urus es el modelo más exitoso de la casa italiana, y con el toque de ABT Sportsline se convierte en una camioneta agresiva y más potente que un Huracán o incluso un Aventador.
Llámelo un “adiós” al Urus sin hibridación, cortesía de ABT antes de que Lamborghini revele ante el mundo al Urus híbrido. Hasta tiene su propio nombre especial: scatenato, vocablo italiano que hace referencia a desatar algo y también algo salvaje. Perfecto para describir este Urus.
Gran toro con esteroides alemanes
Como es costumbre con el preparador alemán, este Lambo recibió una mezcla balanceada de potencia y agresividad. Apliques en fibra de carbono por doquier se integran bien a las líneas bruscas y rabiosas del Urus, quizá rozando la exageración. Destaca un bodykit con un splitter y tomas de aire frontales, rejillas en el cofre y un difusor y alerón traseros. Rines forjados de 23” y un interior con más fibra de carbono completan el apartado estético.
Para darle coherencia a su imagen ruda, ABT literalmente “envenenó” el V8 twin turbo del Lamborghini Urus. Bajo la cubierta (también en fibra de carbono) se esconden escapes en titanio, un turbo e intercooler más grandes y un módulo para administrar el motor y convencerlo que todas estas mejoras son para su bien. El resultado son 799 rabiosos caballos de potencia y un torque de 850 Nm. Mucho más que el Urus Performante que “solo” tiene 657 equinos.
ABT también rebajó la altura de la suspensión estándar del Urus, que no necesita mayores cambios para administrar el incremento en desempeño. Este es un claro monumento al exceso ítalo-germano, y para mantener su exclusividad ABT sólo producirá 99 ejemplares del Lamborghini Urus Scatenato. Una conversión por la módica suma de 180.000 euros, sin contar el Urus a ser transformado. Dejamos que usted decida si vale la pena.