Últimamente Manhart está bastante ocupado. Apenas esta semana el preparador anunció que probaría suerte con Land Rover; el resultado es esta lujosa y potente Range Rover, sólo para sus clientes en Medio Oriente. Pero Manhart es, en su mayor parte, sinónimo con BMW, por lo que no podían dejar pasar la oportunidad de aplicar toda su experticia en el Serie 1. Un bodykit, rines gigantes, computador reprogramado y unos nuevos escapes después, este es el resultado.
Manhart lo llama MH1 350, y es la representación de lo que sucedería si BMW se anima a vender otra vez el Serie 1 M. Sólo que en carrocería hatchback y con un desempeño para ir cara a cara contra un Mercedes-AMG A45 o Audi RS3. Lo que sí es poco característico en el MH1 350 es la ausencia del icónico color dorado de Manhart. En su lugar, gráficos de color gris y rojo se encargan de hacerle saber al mundo que esta es una creación de Manhart y no de cualquier otro.
La fórmula de todo un hot hatch
Como no puede ser de otra forma, Manhart inicia su modificación de este BMW Serie 1 M135i xDrive. Gracias al sistema Manhart MHTronik, el computador o ECU de este Bimmer eleva su potencia de 302 hp y 450 Nm de torque, a 350 hp y 524 Nm. Nada mal, ¿qué sigue? Bueno, para empezar, un sistema de inducción revisado. Así como todo un sistema de escape de cabo a rabo, con salidas con recubrimiento de cerámica y un nuevo convertidor catalítico sin sensores de partículas. Como es costumbre, este cohete de bolsillo no es legal en Alemania, gracias a este último detalle.
Manhart no descuidó la suspensión y maniobrabilidad, instalando nuevos amortiguadores H&R que rebajan 30 mm la altura del auto. Nuevos cauchos 235/30Z R20 calzan al MH1 350, y si bien tras de ellos aún se alojan los frenos de fábrica del BMW Serie 1, Manhart le ofrece frenos más potentes, si así lo prefiere. No puede faltar un bodykit con sutiles efectos aerodinámicos para hacer que este Serie 1 sea más estable a altas velocidades. Manhart no lo aclara, pero el molesto limitador de BMW ya no ahogará la velocidad máxima de esta creación.
Para finalizar, el apartado estético recibe unos rines de 20” diamantados, con un diseño exclusivo de Manhart. También son personalizables, si quiere algo más único. Además de los ya mencionados stickers grises y rojos, una gran calcomanía adorna el vidrio delantero, para que no confundan su Manhart con otro BMW Serie 1. El interior permanece sin cambios, salvo por nuevos tapetes y la insignia de Manhart en el centro del timón. Al igual que en la riñonera. ¿El veredicto? Siempre es un buen día cuando Manhart aplica su estilo extremo y poco sutil a los autos de BMW, en contraste con la elegancia de los modelos de Alpina BMW.
