Hace tiempo no exploramos alguna “locura” de Mansory. Ese preparador alemán que deslumbra con sus creaciones descabelladas, que se balancean entre la línea de lo agresivo y vulgar. Pues bien, los diseñadores de Mansory por fin pusieron sus manos sobre el Ineos Grenadier y el resultado es lo que Land Rover quisiera ofrecer con la Defender.
En serio, más allá de los elementos innecesariamente agresivos, este Ineos Grenadier modificado por Mansory está bien. Mucho mejor que los Clase G que suele crear el preparador. Si no tuviera el sello Mansory, podríamos imaginar a la misma Ineos lanzando un catálogo de partes similar y eso está bien. Lo que es más impresionante, a pesar de los cambios este Grenadier mantiene casi intactas sus cualidades off-road.
Excesos para salir del asfalto
Empecemos con el hecho que la suspensión no fue rebajada, al contrario se elevó unos 2 cm. Las llantas son todoterreno marca General Tire Grabber, a pesar de los rines forjados de 20”. También hay estribos, protección extra al chasis y una defensa frontal reforzada, que mejora el ángulo de ataque (así Mansory no lo revele).
También hay una plétora de luces LED auxiliares, al frente, en el techo, a los costados, en la parte trasera. Hasta el logo de Mansory está iluminado, por razones que escapan de la comprensión. Una escalera y cubierta de la rueda auxiliar, en fibra de carbono, complementan la actitud aventurera.
Lo bizarro no puede faltar
Aunque, siendo Mansory, no se abstuvieron de añadir cosas agresivas al Ineos Grenadier. Como los pasos de rueda “aerodinámicos”, la parrilla esculpida en color negro, el capó levantado con todo y toma de aire ram air, ductos adicionales y un visor sobre el parabrisas. Todo en fibra de carbono, como no puede ser de otra manera.
El motor seis en línea de 3 litros, originario de BMW, recibe un incremento sutil en potencia, pasando de 282 a 345 caballos y 560 Nm de torque. Nada descomunal, Mansory deja que la apariencia hable por sí sola. Eso nos lleva a la cabina, cubierta de cabo a rabo con cuero rojo y materiales suaves, exóticos; contrastados con más fibra de carbono.
El detalle más peculiar es la adición de no una, sino dos neveras; una para cada fila de asientos. Quizá Mansory piensa que el tipo de persona que compre esto necesita el doble de espacio para sus bebidas frías, posiblemente alcohólicas.
Aun así, el Ineos Grenadier de Mansory es impresionante y, entre todas sus modificaciones locas, es de las mejores logradas.