Hay un dicho que reza “todo tiempo pasado fue mejor” y el mundo motor a veces es prueba de ello. Singer es una de esas compañías que dedica todo su tiempo a recrear esas viejas glorias del pasado, y en esta ocasión planean hacerlo con el Porsche 911 964 Cabriolet. Por ahora es solo un estudio de diseño, un mero concepto que deja entrever lo fantástico que se vería aquel 911 descapotable con una pizca de modernidad.
Aunque esté en fase conceptual, el Porsche 964 Cabriolet sería el primer auto convertible producido por el preparador Singer; subproducto también de su Estudio Turbo que pretendía traer al siglo XXI al 911 Turbo de antaño. Aunque no cuenten con el apoyo directo de Stuttgart, la ambición de Singer con este proyecto es alta, y demuestra que los motores de combustión tienen vida para rato, siempre y cuando usted tenga los medios para justificar el capricho.
Lo mejor de ayer y hoy
Singer no da vueltas y de entrada proclama que su Porsche 964 Cabriolet tendrá 510 hp a su disposición; cortesía de un motor bóxer de seis cilindros twin turbo refrigerado por aire. Tal y como lo eran los 911 de antaño. Singer sigue las normas tradicionales con una caja manual de seis marchas, tracción trasera y una suspensión suave “ajustada para conducción placentera”. Aunque usted y yo sabemos que este monstruo disfrutará de derrapar en las curvas, cual RUF CTR Yellow Bird. Solo que con frenos de carbón cerámica para detenerse con prontitud.
Los aspectos restomod de esta joya convertible salen a relucir gracias a su cabina. En ella Singer adopta una tapicería con patrón tartán muy retro, paneles de madera en el tablero y un techo suave. Que, dicho sea de paso, es electrónicamente controlado, al igual que las butacas. Hay aire acondicionado y carga inalámbrica de teléfono; y si bien Singer no lo manifiesta, quizá encontremos el entretenimiento retro que ofrece Porsche para sus autos clásicos, manteniendo su originalidad.
Todo esto reposa en un chasis y carrocería de fibra de carbón, con un elegante tono rojo caramelo y cómo no, el alerón cola de ballena adornando la parte trasera de este Porsche. Parte de la inspiración tras este ejercicio es recrear el espíritu del Porsche 356 original, que también era un roadster tradicional en todo sentido. ¿Lo malo? No es el precio, porque nadie sabe aún. Singer dice que tiene pedidos apartados por los próximos años, y eso seguramente incluye a este Porsche 964 Cabriolet. Es muy posible que ya todas sus unidades estén vendidas, y el auto aún no existe. La vida que se dan algunos.
