En serio, Japón está obsesionada con cambiarle el rostro a sus autos. Es como si quisieran tener la forma de acceder a esos modelos que allá no se venden, y lo más cercano es intentar imitarlos alterando los autos que sí están disponibles en tierra nipona. He aquí un ejemplo, por si alguna vez quiso experimentar un muscle car de los años sesenta, pero lo único que tenía a la mano era una van. En concreto, una diminuta Suzuki Every van, que ahora luce el frente de un Chevrolet Camaro de primera generación.
Nosotros que pensamos que el TFender (un Toyota con rostro de Defender) era lo más bizarro que produjo Japón en 2023. Pero no, es esta pequeña van que se ve extremadamente curiosa y hasta tiene insignias SS. Desafortunadamente, el preparador japonés Gibson no pudo colocar un V8 tras ese rostro de muscle car. Probablemente sería posible, pero implicaría sacrificar gran parte del espacio en el interior, y esa no es la idea.
“Muscle van” pero sin la potencia
La Suzuki Every es una van comercial que cae en la categoría kei car. Estos vehículos son extremadamente útiles porque pagan menos impuestos y pueden navegar por calles estrechas con soltura, algo que una van normal o un camión no pueden hacer. Eso las hace apetecidas por todo el mundo (al menos en Japón o Latinoamérica), y puede ver por qué alguien decide personalizar su van para verse distinto a los demás.
Al menos esa es la idea que creemos estaría tras la creación de la van Suzuki con rostro de Camaro. En esencia lo que hace Gibson es recrear el frente de un Camaro de 1969 e instalarlo en una Suzuki Every de última generación. Esto incluye un pequeño capó con un aspecto “musculoso”, parrilla frontal, nuevas defensas y luces redondas. Claro que si no le dijéramos que está inspirada en un Camaro, pocos notarían el cambio.
Uno de los estilos del “Camaro van” es un vehículo aventurero con placa de deslizamiento, unas diminutas llantas mud-terrain, estribos laterales y hasta una tienda de acampar; además de un interior lleno de cuero y hasta con una cama. Por si no quiere abandonar el asfalto, la variante “SS” tiene llantas de bajo perfil, faldones laterales, unos rines más grandes que la van en sí y hasta un spliiter como el Camaro real. Puede que no tenga el desempeño ni rugir de un Camaro real, pero al menos es una van práctica que se robará las miradas a donde quiera, sea por las razones que sea.
