Nada como una buena dosis de expansión, incluso con las dudas que genera la presencia de cierto presidente color naranja en materia económica. Mazda México cocina un plan, curiosamente motivado por el presidente de Estados Unidos, la expansión por toda Latinoamérica, concretamente Argentina y Brasil.
Dos mercados que la marca al día de hoy no tiene en cuenta, pero eso podría cambiar. Además, con los aranceles que acaba de imponer EE.UU. a México y Canadá, esa llegada de Mazda desde suelo Azteca a Argentina y Brasil sería casi un hecho a futuro.
Tensiones en la frontera
El medio Expansión de México conversó con el jefe de Mazda en esa nación, Miguel Barbeyto (el mismo que dio un CX-70 a James). El tema central fue el T-MEC, tratado entre Canadá, Estados Unidos y México que parece en peligro dadas las políticas del nuevo gobierno Trump.
Así pues, con la posible baja de exportaciones y trabas hacia EE.UU., la idea de Mazda es usar su capacidad de producción en México para exportar vehículos a nuevos mercados, como Brasil o Argentina. Así se evitaría la pérdida de empleos y baja en producción, llevando esos modelos que no se importarán a EE.UU. a otros mercados y, de paso, se estabilizaría la economía mexicana.
Mirando hacia el Sur, no el Norte
Según Barbeyto, se ensamblan 4 millones de Mazda de forma anual en esa planta de Salamanca. Dado que la marca tiene una fábrica en EE.UU., la importación de modelos Mazda desde México se desviaría hacia nuevos mercados latinoamericanos.
Barbeyto señala que ello implicaría analizar el costo de instalar una red de piezas, vitrinas y representación en países como Brasil y Argentina. Ello exige que Mazda fortalezca su red actual, para que los países donde ya tiene presencia (como Colombia o México) no vean una reducción en piezas ni vehículos, a la vez que los nuevos mercados reciben suficiente inventario y establecen una presencia consolidada en dichos mercados.
Será un reto que Mazda analiza seriamente, junto al gobierno mexicano. Otra ventaja que tiene esta posible estrategia son los tratados comerciales que México posee con Argentina y Brasil, reduciendo los aranceles de bienes producidos en el país Azteca. Además, Brasil es un mercado bastante grande que Mazda no quiere desaprovechar.
“Queremos mantener a México como hub automotriz global, adaptándonos a las condiciones del T-MEC y aprovechar oportunidades en otros mercados”, concluyó Barbeyto.