Sí Ford y Shelby pueden, Hennessey no teme entrar al ruedo y ser menos. Cómo ya es costumbre con este preparador estadounidense, el poder en grandes cantidades manda y este proyecto no será la excepción. Se llama Super Venom y es un Ford Mustang cuyo V8 fue al gimnasio hasta lograr el doble de músculo que tenía de fábrica. Todo con el correspondiente bodykit, alerón y agresión que caracterizan a las creaciones de este preparador.
También es un regalo de cumpleaños por y para Hennessey porque verá, la compañía inició en 1991 y es por tal razón que harán 91 ejemplares del Ford Mustang “Super Venom”. Potro que, por una módica suma de dinero que representa una fracción del valor de un Mustang GTD, promete más desempeño que cualquier otro “caballo” del Óvalo Azul.
Tradición americana
Nada como un V8 de 5 litros que, normalmente, entrega 486 a 500 hp; pero gracias a un sobrealimentador, este Mustang es un 70% más potente. Hennessey declara una cifra de 850 caballos de potencia y 881 Nm de torque, mucho más que los 567 Nm de fábrica.
Además de ese supercargador, Hennessey instala una unidad de control HPE, inducción de alto flujo, nuevos inyectores y bomba de gasolina. Sigue el apartado aerodinámico, con nuevas tomas de aire para mantener “frío” al V8, un frente más agresivo, toma de aire a los costados y en el capó, faldones y un enorme alerón. Todo en fibra de carbono, por supuesto.
Toques finales incluyen calcomanías “Super Venom”, referencias a ese año 1991, rines en aleación de 20” y una placa conmemorativa y numerada. Butacas Recaro con alcántara y acentos azules complementan la cabina de esta “cobra venenosa”.
Hennessey dice que la aceleración en el ¼ de milla mejora, reduciendo un segundo y décima para un tiempo de 10,9 segundos. Y el Super Venom se puede elegir con transmisión manual Tremec de 6 marchas. Todo por unos 150.000 dólares americanos, cifra que aumenta si se elige un Mustang Dark Horse.
¿Vale la pena? Mientras sea manual y para aquellos que quieren un Ford Mustang GTD sin el precio, la oferta de Hennessey no luce para nada mal.
