Una nueva alternativa para la movilidad llegó a Colombia gracias a Ecopetrol y al Toyota Mirai. La empresa colombiana Ecopetrol inició su plan piloto para la producción de hidrógeno verde o sustentable. Para aportar a este plan, Toyota Colombia donó un Mirai, un vehículo con motor eléctrico que produce energía gracias a una celda de combustible a base de hidrógeno. La idea es probar todos los pasos del suministro de este combustible, desde la producción hasta la distribución y carga de este. Si le parece complicado, no se preocupe, que es prácticamente lo mismo que se hizo con la gasolina en su momento.
Un plan maestro
Empecemos por lo básico. Ecopetrol sabe bien que el petróleo es temporal, así que decidieron iniciar el plan piloto para la producción de hidrógeno. Este combustible se puede producir a base de agua y electricidad. La explicación compleja es que se usa el método PEM (Proton Exchange Membrane), un electrolizador que divide el agua en sus componentes básicos. Ecopetrol creó una central energética que usa 270 paneles solares para producir 50 kilovatios de energía. Además, se usarán aguas residuales provenientes de la minería para producir hidrógeno con una pureza del 99%.
La planta producirá alrededor de 20 kg de este gas al día y permitirá poner a prueba todos los detalles de la producción, mantenimiento, escalabilidad, y confiabilidad del proceso. El Toyota Mirai que llega a Colombia hará parte del experimento para saber qué tan viable es esta cadena de suministro. Recordemos que el Mirai utiliza algo llamado celda de combustible, que toma el hidrógeno que se le carga, lo une con el oxígeno y así produce energía eléctrica para el motor. Esta tecnología también se usará en un bus de Transmilenio para 50 personas, y en ambos casos, el único subproducto de todo este proceso es el agua. Por agua empieza y por agua termina. ¿Cuál es la desventaja de todo esto? Pues, que en esencia, se necesita electricidad para hacer hidrógeno, pero luego, ese mismo hidrógeno se usa para hacer electricidad otra vez.
El problema del intermediario
Todo se ve muy prometedor y parece que lograremos reemplazar a la gasolina mientras disminuimos las emisiones. La desventaja es que esta tecnología mantiene la complejidad logística y los peligros de los combustibles fósiles. Es decir, se necesita de una planta que produzca el combustible y de paso que lo comprima a altas presiones; una infraestructura completa para transportarlo y espacios para depositarlo, almacenarlo y distribuirlo al por menor. ¿No es más fácil y barato sacar la energía directamente del panel solar? Para luego pasarla por los cables y transformadores que ya existen y así abastecer vehículos eléctricos.
El problema no es solo la complejidad, sino también la eficiencia. Según varios estudios, la electricidad pura para cargar un vehículo tiene una eficiencia del 73% desde su producción, mientras que fabricación de hidrógeno tiene una eficiencia estimada en el 30%. Esta cifra significa que para crear un kilo de combustible con un rendimiento de 39,4 kWh se necesitan unos 52,5 kWh. A eso hay que sumarle el gasto de transportar ese gas, mantenerlo frío, distribuirlo en las estaciones y vendérselo al consumidor final. Si se tiene en cuenta todo este proceso, parece más fácil optar por un vehículo eléctrico que se pueda cargar en la casa o en el trabajo. Al menos, por ahora. Cabe destacar que, el Toyota Mirai que llegó a Colombia no está a la venta aún, ya que apenas se está probando su viabilidad en territorio nacional.