Por si no quedó claro, Dodge realmente dirá adiós a su motor V8, y con él a sus poderosos Charger y Challenger, al menos en la forma actual que los conocemos. Sin embargo, el V8 de Mopar no se irá sin un último rugido, bueno catorce rugidos. Así es, Dodge hará siete ediciones especiales del Charger y siete del Challenger, y esta es una de ellas: la versión Super Bee. Sí, aquel paquete icónico que decoró y dio poder de sobra a los Mopar de antaño, como el Coronet y el mismísimo Charger.
Claro que usted y yo sabemos que el V8 seguirá vivo en alguna capacidad u otra. Dodge seguirá ensamblando estos propulsores (como el Hellephant) para cualquier persona en búsqueda de más poder. Solo que los autos que venda la marca ya no lo usarán. El Charger Super Bee es la segunda edición especial que Dodge presenta, después del Challenger Shakedown y la introducción del programa Jailbreak, que incluye personalización para ambos modelos y el regreso de colores icónicos, como el violeta plum crazy, azul B5 y verde sublime.
Ediciones especiales por montones
Comparado con lo que Dodge dice que viene (incluyendo la posible aparición de un Challenger con E85), el Charger Súper Bee es más bien sutil. Como todos los modelos de despedida, este Charger ostenta una placa especial «Last Call» (o último llamado) que lo identifica como el final de un largo linaje de motores V8. Pero eso no es lo que hace a este sedán americano especial.
Dodge toma al Charger Scat Pack como base para el Super Bee. No es el Hellcat de 707 hp pero aún así el V8 de este sedán entrega 485 hp y 644 Nm de torque a las ruedas traseras. Suficientes, pero no para Dodge, ya que ellos quieren que se sienta como en un auto para piques. Para tal fin la marca incluye un modo drag, que ajusta los amortiguadores adaptativos para un arranque óptimo en el ¼ de milla.
Otros cambios en desempeño incluyen frenos Brembo con mordazas de cuatro pistones, un capó con tomas de aire funcionales y escapes SRT de color negro. Dodge también incluye llantas para piques (casi como semi slicks) de 20” para el Super Bee estándar, y de 18” para la versión widebody, que ofrece cauchos mucho más gruesos en la parte trasera. Y sí, hay dos versiones del Dodge Charger Super Bee.
Aguijón de Mopar con historia y estilo
Dodge fabricará 1000 unidades de este modelo, 500 con el más agresivo look widebody y el tono plum crazy; y 500 con un aspecto discreto y el color azul B5. Todas las unidades reciben calcomanías especiales en los costados y capó con el logo Super Bee. En cuanto al exterior e interior, estos reciben logos Super Bee y acabados con fibra de carbón y gamuza.
Para recordar, Super Bee nace como un paquete especial en el Coronet de 1968, como un “muscle car de entrada” con un paquete de apariencia especial. Su nombre proviene de la plataforma B de Chrysler (de ahí el hecho de ser súper B o bee), y en 1971 migró al Charger. Existió una versión mexicana basada en el Dodge Dart, y el nombre revivió en 2008 con la nueva plataforma del Charger; y luego en 2012 con el motor 392, el mismo que usa este Charger Super Bee. Dodge dice que el próximo modelo especial debutará el 7 de septiembre, con un par de modelos finales reservados para el show de SEMA en noviembre.