Puede que el día de los inocentes ya haya pasado (o aún no llegue, dependiendo del país), pero siempre hay tiempo para una buena broma. Seguro que ya habrá leído el titular y sabrá de qué va este “chiste”, pero sin contexto suena como toda una pesadilla para los entusiastas, algo digno de una manifestación. Así que imagínelo por un segundo: un sujeto cambiando un precioso Nissan Skyline GT-R R34 por un Leaf eléctrico.
Si no supiera que es broma, seguramente estaría listo para coger a cachetadas al responsable, intentando hacer que entre en razón. Todo empieza con una publicación en redes sociales de un concesionario de Nissan en Australia. Dicho post muestra un hombre con las llaves de un Nissan Leaf nuevo, con un flamante Skyline GT-R en el fondo. Hasta ahí, no pasa nada hasta que usted lee la explicación del concesionario, Eagers Nissan.
El peor trato en la historia
En ella, el establecimiento asegura que Barry (el personaje de la foto) no podía justificar el gusto de tener un GT-R con estos precios de la gasolina. Así que el concesionario con todo gusto aceptó su leyenda japonesa a cambio de un Leaf, uno de los autos eléctricos más vendidos del momento. A las miles de personas que vieron esta publicación no les cayó en gracia como alguien podía deshacerse de una joya como el R34 a cambio de un auto eléctrico tan “mundano”.
Las reacciones ascienden a los 10 mil comentarios, y con razón. Por si no lo sabe, un Skyline GT-R, en particular esta unidad V-Spec II Nür, vale miles, si no millones de dólares. Un Nissan Leaf es un auto que no representa ni la fracción de ese precio, y es fácil entender por qué muchas personas se ofendieron ante las acciones de “Barry”.
Publicidad después de todo
Por fortuna todo fue una broma; llámelo una estrategia publicitaria por parte de Eagers Nissan. El Skyline GT-R sí llegó al concesionario, pero como un préstamo de Street FX Motorsport para llamar la atención y que las personas visiten la vitrina. Estrategia sólida, ya que quién no amaría ver de cerca semejante joya, especialmente en este estado y en el flamante tono bayside blue.
Así que ya puede bajar sus antorchas, nadie en su sano juicio se desharía de un Skyline GT-R a cambio de un Leaf. Al final del día, la estrategia publicitaria cumplió su cometido y puso a la comunidad de internet a debatir. Como dice un meme/eslogan por ahí: “sustos que dan gusto”.