En una carrera marcada por la lluvia, de solo 29 vueltas y muy accidentada, Max Verstappen logró coronarse como el nuevo campeón mundial en el Gran Premio de Japón. Este título se otorgó en medio de la confusión, al mejor estilo del título de James Hunt (inmortalizado en la gran película Rush). En segundo lugar llegó Sergio Pérez y lo hizo en medio de una polémica sanción a Charles Leclerc, ya que se salió de la pista y tomó una injusta ventaja sobre el mexicano.
Antes de repasar la carrera, hay que aclarar lo del campeonato. La carrera estuvo suspendida por lluvia durante 2 horas, pero no acabó suspendida. Según el reglamento de la FIA, si la carrera solo se corría la mitad, se otorgaban menos puntos a los 10 primeros pilotos. Aun así, ya que la carrera acabó en bandera verde y por tiempo, los comisarios decidieron otorgar la totalidad de los puntos como si se hubieran corrido todas las vueltas. En ese orden de ideas y con Leclerc sancionado en el tercer lugar, la diferencia de puntos fue suficiente para que Max Verstappen sea el nuevo campeón mundial de manera oficial.
Una lluvia amenazadora
Antes del sorpresivo anuncio del campeonato, la carrera estuvo en peligro de no correrse en lo absoluto. Una fuerte lluvia costera dejó la pista inundada y todos tenían miedo de que se repitiera la situación del GP de Bélgica 2021. Ante esa posibilidad, los comisarios decidieron darle luz verde, pero ahora con la cuenta regresiva de 2 horas máximo, una decisión que no dejó indiferente a nadie.
En la primera vuelta del Gran Premio de Japón, Verstappen perdió la punta por un instante ante un Leclerc que arrancó muy bien. Sergio Pérez logró pasar a Sainz Jr., aunque el spray de la lluvia dificultó la visibilidad. Por otro lado, Hamilton se quedó en el sexto puesto mientras Alonso trataba de superarlo. Pasada media vuelta, Carlos Sainz Jr. perdió el control y dañó el auto al deslizarse con el agua. Casi al mismo tiempo, Alex Albon se retiró por problemas mecánicos y Pierre Gasly golpeó un cartel de seguridad, llevándolo consigo enredado en el frente. Todo era caos.
Inevitablemente, salió el auto de seguridad en la segunda vuelta y ante la magnitud del desastre, decidieron parar la carrera. Pierre Gasly lanzó una queja formal porque las grúas estaban saliendo a la pista antes de que los monoplazas entraran a pits, tema que no trascendió. Aun así, mientras arreglaban la pista, sacaban los autos dañados y esperaban a que pasara la lluvia, pasaron más de 2 horas. En ese rato, decidieron acabar la carrera por tiempo, con solo 3 vueltas hechas.
Se abre el cielo
Tras ese tiempo, los comisarios fueron sabios y decidieron lanzar los autos detrás del safety car, relanzando la carrera de manera oficial en la vuelta 5 y faltando 40 minutos para terminar la jornada. Solo en este minuto, Hamilton se ubicó de quinto y Vettel entró antes de tiempo para cambiar las llantas de lluvia extrema por unas intermedias. Restando 37 minutos, Norris hizo lo mismo y eso fue la señal de que era tiempo para poner esas llantas.
Restando 35 minutos, los primeros 5 autos pararon al unísono para poner llantas intermedias, dejando a Alonso en la punta momentáneamente, seguido por Ricciardo y Schumacher. Casi de inmediato Verstappen volvió a la punta pasando a Schumacher y a Zhou y ahí se quedó el resto de tiempo. La carrera la hicieron Hamilton y Ocon, con una batalla interminable por el cuarto lugar de la cual emergió victorioso el francés.
Presionando por un error
La parte decisiva de la carrera la hicieron Sergio Pérez y Charles Leclerc. El monegasco ya no pudo seguir el ritmo de Verstappen y se fue rezagando hasta estar al alcance Sergio Pérez. A 7 minutos del final, Pérez le puso presión a Leclerc para obligarlo a equivocarse y le funcionó en la última curva de la última vuelta, cuando el Ferrari se salió de la pista, cortó un giro y se reintegró delante del Red Bull. Aunque Leclerc cruzó de segundo, una penalización de 5 segundos lo rezagó al tercer lugar. Para echarle más sal a la herida, le quitaron un punto de la licencia.
Al final, Max Verstappen ganó el Gran Premio de Japón y de paso su segundo título en Fórmula 1, mientras que Guanyu Zhou se quedó con la vuelta rápida y Sebastian Vettel se llevó el cariño del público en forma de piloto del día. A la larga, en medio de la trasnochada, la interminable espera y la lluvia, fue una buena carrera.
