El Rimac Nevera es un auto lleno de superlativos y récords a diestra y siniestra: el auto de producción con la aceleración de 0 a 100 y 0 a 200 km/h más rápida; el 1/4 de milla más rápido, pero faltaba algo. Así es, el Rimac Nevera ahora es el auto eléctrico de producción más veloz sobre el planeta, y uno de los pocos que realmente tiene un récord y no una figura hipotética.
Sin embargo, aún los motores a combustión interna reinan supremos en términos de velocidad máxima pura. Puede que los 412 km/h que alcanzó el Rimac Nevera sean impresionantes, pero no supera el récord impuesto por el Bugatti Chiron Super Sport (490.4 km/h). Tampoco al Koeniggsegg Agera, Hennessey Venom GT o al SSC Tuatara. Aun así 412 km/h son impresionantes, y ninguno de esos autos que mencioné se acerca en términos de aceleración al Nevera o a este curioso bólido.
Un record silencioso
Sé que Rimac anunció el récord del Nevera con otro video, pero quiero que disfrute la experiencia 100% auténtica sin filtros ni casi sonido. Si excluye el viento, el Nevera surca el pavimento de manera tan sigilosa que no tiene lógica verlo rodar a más de 400 km/h mientras no emite sonido alguno. Así es la naturaleza de los autos eléctricos, y aunque todavía no alcanzan los límites impuestos por el Chiron, Rimac es uno de los pocos en comprobar la velocidad máxima de un auto de este tipo.
Configuración reservada para Rimac
Después de degustar ese video, vamos a las cifras. Rimac utilizó la pista de pruebas de Papenburg en Alemania: un óvalo de alta velocidad con dos rectas de 4 km (cada una). Los ingenieros de la marca croata colocaron al Nevera en el modo top speed, el más lógico para un intento de estos. Con este modo el Nevera altera su corte aerodinámico para ser mucho más estable y maniobrable a altas velocidades.
Por cierto, todos los Nevera tienen este modo, pero Rimac no permite que se use a menos que sea en eventos oficiales. Así que técnicamente el auto tiene ese modo, pero es solo para condiciones “muy especiales”. Si usted es dueño de uno de estos, notará que su auto está limitado a “tan solo” 352 km/h.
Récord sin comparación
Algo intrigante en el video que ve arriba es la manera en la que el Rimac entrega la potencia, y de paso descarga sus baterías. Gracias a los datos de un V-Box de Racelogic se aprecia como el Nevera surca las curvas peraltadas a 250 km/h, y apenas el piloto Miro Zrnčević ve la recta, el pedal se hunde a fondo y un gráfico nos muestra cómo incrementa el poder (en kW) de este híperauto. Por cierto el hombre es el jefe de pilotos de desarrollo de Rimac, y sabe una cosa o dos sobre el Nevera.
De la manera más silenciosa el Nevera salta más allá de los 300, luego 350 y finalmente los 400 km/h. En cuestión de unos 30 segundos la batería va del 95 al 83%, reflejando el poder necesario para alcanzar una velocidad tope de 412 km/h. Esto equivale a surcar una cancha de fútbol por segundo a bordo de una bestia ridícula con 1914 caballos de potencia.
Realmente no hay ningún otro auto eléctrico que se acerque a lo que consiguió el Rimac Nevera. Se supone que el Lotus Evija supera los 322 km/h, pero no se tienen registros oficiales, y lo mismo puede decirse del Tesla Model S Plaid. El Pininfarina Battista es uno de los pocos que se acerca al Nevera en su forma estándar, aunque si soy franco aquel auto tiene varios componentes de Rimac. Así que realmente el Nevera no tiene comparación, y dudo mucho que el Tesla Roadster (si es que existe) logre destronarlo.