Una de las actividades favoritas de este servidor (y no soy el único) es explorar los sitios de venta de carros. Es muy entretenido ver esas rarezas automotrices que están en venta en el país, que jamás tocaremos pero nos encantan que existan. En una de esas sesiones en las que debería estar trabajando y no procrastinando me topé con esta perla. Un Lamborghini Urus en Colombia con el exhorbitante precio de venta en 3.300.000.000 de pesos. O tres mil trescientos millones, para que se lea más claro.
Este es uno de dos Lamborghini Urus que llegaron a Colombia este año, y curiosamente ambos estuvieron en algún punto a la venta. La unidad con mordazas de freno rojas ahora luce un wrap de esta tonalidad y se ofreció por 2.800.000.000 de pesos. Alguien al parecer pagó eso, solo piénselo por un momento. No queriendo ser menos, el Urus con frenos verdes se ofrece por 500 millones de pesos más, y no logramos comprender por qué. Una aclaración: esto no es un ataque al vendedor de este ejemplar en TuCarro/Mercadolibre. Lo que nos deja rascando la cabeza es su supuesto precio y pensar: “¿quién puede pagar tanto por un Audi Q8?”
Un “ligero” incremento en precio
500 millones es aproximadamente el precio de un vehículo de alta gama interesante 2023 usado, digamos un BMW X6 xDrive50i o si de camionetas se trata, un Porsche Macan S. Por ese valor se puede acceder a un Audi e-tron Q8 SUV que es 100% eléctrico y es tan opulento como un Lamborghini. Y eso que son caros considerando que el mercado está patas arriba y muchos están cobrando lo que quieran por entregarlos de inmediato. 500 millones de pesos casualmente es la mitad del precio real de un Urus. Este toro camioneta cuesta unos 235.000 dólares en EE.UU., que al día de hoy (tasa de cambio en 4.423 pesos) se traduce a poco más de mil millones de pesos, para que lo ponga en perspectiva.
Entonces, ¿de dónde salieron los otros dos mil millones? No lo sabemos. No es que sea un Urus Performante o la versión S, ni tenga paquetes adicionales que sepamos, y aún así no se explica el aumento de precio. Algo a tener presente es que la industria hoy en día está patas arriba y los concesionarios en todo el mundo están cobrando sumas módicas por cualquier carro. Sea por “privilegios de entrega inmediata”, “escasez de unidades” o “incremento premium por ser un modelo único”, eso no es exclusivo de ninguna nación. Hay personas pagando el doble o triple por un GR Corolla, Civic Type R o Corvette C8, y el problema parece no tener solución.
Sin cuestionar la labor de Lamborghini, pagar tanto por lo que es al final de cuentas un Porsche Cayenne o Audi RS Q8 con un logo italiano es absurdo. Incluso si solo hay dos en el país y la importación no fue fácil, el privilegio no justifica semejante incremento. Al que le guste el Urus, que le guste sin miedos pero es más rentable adquirirlo en EE.UU. e importarlo. También somos conscientes de que esto le dará visibilidad al anuncio y el vendedor se lo puede tomar con gracia. Es más, algún chistoso con dinero puede ir y terminar comprando este Urus. Nada mejor que despilfarrar 2.000 millones de pesos porque sí, pero que eso no lo detenga de cumplir sus sueños de tener una Audi camioneta de Lamborghini.