Nos alejamos un segundo del Festival de Goodwood para enfocarnos en el viejo Nürburgring. Así como el Porsche 911 GT3 recibió una serie de mejoras con el sello de Manthey, es el turno para el otro juguete de pista con sello de Stuttgart: el 718 Cayman GT4 RS. Y para demostrar que funciona, Porsche soltó al escurridizo Cayman en el ‘Ring, marcando un tiempo de 7 minutos y 3 segundos, seis menos que el GT4 RS en su configuración “estándar”.
Recuerde que Manthey es prácticamente el equipo de fábrica de Porsche en las divisiones GT3 y otras competencias en el Nürburgring. Así que saben una cosa o dos sobre los modelos de Porsche, razón por la cual dieron rienda suelta a su experiencia frente al 718 Cayman GT4 RS. El resultado no es un Cayman con inyecciones absurdas de potencia, pero sí un nivel mucho mayor de agilidad y aerodinámica.
Arma absoluta para la pista
Tal vez Enzo Ferrari haya dicho que la aerodinámica es para aquellos que no pueden construir un motor, pero eso no detuvo a Manthey. Este kit fue forjado para uso en track days y comienza con nuevas aletas al frente (canards) y un perfil alterado de los pasos de las ruedas para redirigir el aire. El perfil bajo el chasis también fue alterado para una mayor eficiencia a la hora de conducir el flujo de aire. Los rines traseros también se suman a esta búsqueda por eficiencia, por cierto.
En la parte de atrás el alerón recibió una nueva aleta (Gurney flap) para generar mayor carga aerodinámica sobre el eje trasero. Considerando que el motor está allí, ello implica mayor estabilidad y una reducción del sobreviraje. La cubierta del motor también recibe nuevas piezas en fibra de carbono, y el alerón puede ajustarse con 4 posiciones distintas.
Terminado el apartado aerodinámico, Manthey se concentró en la suspensión del Porsche 718 Cayman GT4 RS. Esta es totalmente ajustable, con mayor flexibilidad a la hora de afinar su posición y grados de compresión o rebote. Los frenos reciben nuevas líneas en acero y pastillas (o balatas) de mejor desempeño para su uso extensivo en pista.
Si quiere ir al extremo, Manthey agrega más piezas en fibra de carbono y material compuesto, como una persiana en la ventana trasera y rejillas sobre los pasos de las ruedas, para un perfil aerodinámico más radical. En una pista como el Nürburgring, 6 segundos es una eternidad, y el hecho que Manthey haya exprimido ese tiempo (7:03.121) del Cayman con solo mejoras aerodinámicas y suspensión habla volúmenes de lo capaz que es este bólido en cualquier pista.
