El debate entorno al “primer auto deportivo estadounidense” es interesante y extenso, pero al final del día todos los caminos llevan al Chevrolet Corvette. Sin duda fue el más exitoso e imitado por Detroit en los años cincuenta, aunque sus primeros dos años fueron bastante rocosos. Ante un potencial desastre, la gente de Chevrolet intentó rediseñar al Corvette con varias propuestas de diseño, y este prototipo que irá a subasta es uno de esos ejemplares.
Un breve recuento, y es que si bien el Corvette original tenía un diseño precioso (y bastante europeo), su motor de seis cilindros en línea Blue Flame y transmisión automática de 2 marchas no eran una combinación ganadora. Chevrolet aún no terminaba el desarrollo de su legendario V8 small block, así que tenían que hacer algo. Y en la era Motorama de la cual emergían cada año conceptos deslumbrantes de General Motors, los diseñadores del Corbatín buscaron aprovechar esa creatividad para darle “más magia” al ‘Vette.
El Corvette que pudo ser
Gracias a Motorama es que el Corvette como tal nació, ya que su primer prototipo convenció a Chevrolet y al público de su posible éxito. Por tal motivo Chevrolet creó una serie separada de modelos del Corvette en 1953, todos con chasis en fibra de vidrio, para las siguientes instalaciones de Motorama. Lastimosamente muchos de esos modelos no fueron preservados por Chevrolet, siendo aprovechados en otros proyectos o simplemente desmantelados.
Este ejemplar es Special Order (S.O.) 2151, que inició su vida como el Corvette Hardtop de Motorama. El equipo de diseño de Chevrolet se puso manos a la obra para crear un rediseño del Corvette, en una era donde esta era una práctica anual, y concibieron este prototipo que en la actualidad irá a subasta. Aunque estuvo muy cerca de ser destruido u olvidado.
Liderados por el diseñador Harley Earl, un nombre de peso en la historia de GM, esta propuesta de diseño fue presentada a los directivos en 1955. Anticipando la llegada del V8, el logo del Corvette fue modificado con una V dorada, se añadieron rejillas a los costados, una nueva parrilla frontal con menos ornamentos y el detalle más peculiar era la parte trasera, que lucía un tercer elemento central que atravesaba la caída suave que el Corvette C1 original tenía. Elemento inspirado por el también concepto Corvette Corvair. Al ser simplemente un prototipo, se mantuvo el tren motor del primer Corvette, con aquel seis en línea que producía 153 hp.
Regresando a sus viejas glorias
Esta era una de dos propuestas para refrescar la imagen del Corvette, y evidentemente no fue la ganadora. De alguna manera este prototipo escapó un destino fatal y terminó en manos de un concesionario en California, en donde perdió su pintura turquesa original al igual que muchos de los detalles peculiares en diseño para lucir como otro Corvette C1 del montón.
Luego de cambiar de manos un par de veces, un coleccionista reconoció la verdadera naturaleza de este ‘Vette. Luego de años de recolectar partes e investigar cada gota de información para traerlo de nuevo a su gloria, aquel individuo falleció antes de restaurarlo. Su trabajo no fue en vano, porque el dueño actual retomó todo ese trabajo y llevó a cabo la recreación del Corvette S.O. 2151, proceso que tomó más de tres años y requirió la fabricación de partes idénticas al modelo original a partir de material fotográfico como referencia.
El prototipo del Chevrolet Corvette volvió a la vida hace poco, y recibió un galardón en el concurso de elegancia de la Isla Amelia, antes de su subasta. Esta tendrá lugar en el siguiente concurso de elegancia del año: Pebble Beach en Monterey, California, y estará a cargo de Gooding & Company. Sin duda alguna es un Corvette único en su especie y un superviviente que encantará a todos los coleccionistas interesados en el deportivo de Chevy. Eso, si es que tienen los dos o tres millones de dólares que podría estar costando un ejemplar tan significativo.
