Desde hace bastantes años que la Toyota Land Cruiser y Land Cruiser Prado se transformaron en camionetas grandes con el confort y algo de lujo como prioridad. Ocurrió desde que Toyota quiso una Land Cruiser más grande y estiró a la FJ40, que luego se transformaría en la J50 y J60. Luego la Prado nació como una alternativa más pequeña que eventualmente creció tanto como su hermana mayor. En ese sentido, la Toyota Land Cruiser Prado 2024 es radicalmente diferente.
Es un giro de 180° para volver a sus raíces utilitarias. Esas de una camioneta amplia y sencilla que podía domar cualquier terreno como una Land Cruiser FJ40 o FJ70. Lexus también lo hizo, aunque a su manera algo opulenta, por lo que Toyota optó por una verdadera inspiración retro a la hora de crear la Land Cruiser Prado 2024. O Land Cruiser a secas si está en EE.UU., porque este modelo marca el regreso de aquel nombre a suelo norteamericano.
Sobrecarga de nostalgia
La Toyota Land Cruiser Prado 2024 es un videojuego remasterizado o remake. Con gráficos modernos y controles refinados Toyota marca todas las vivencias nostálgicas que provocan las series clásicas de la Land Cruiser, desde la BJ20 con raíces de Jeep hasta la FJ70 que sigue viva (y coleando) al igual que la famosa “Burbuja Autana” como se le conoció al modelo en los años noventa.
La nueva Toyota Prado viene en dos estilos: 1958 y Land Cruiser más “moderna”. Ambas emplean el diseño cuadrado y robusto que ya conocimos en el Lexus GX 2024, pero con un frente totalmente diferente. Para la versión “normal” este tiene tintes de la serie J60 y J80 en el frente, con unos faros rectangulares alargados junto a una parrilla con muchas molduras plásticas, el logo retro de Toyota y una gran placa de deslizamiento.
El segundo modelo tiene un rostro con faros LED redondos que recuerdan a la FJ40 al igual que la primera serie de la Land Cruiser J60 a inicios de los ochenta. En la opinión de este servidor es el modelo más atractivo de los dos y aparentemente sería la variante de entrada.
El techo tiene un tono distinto a la carrocería, los pasos de las ruedas tienen recubrimientos plásticos, hay estribos a los costados y en la parte de atrás dos faros LED sencillos se ubican a los costados de la compuerta. Es un diseño simple y sin elementos innecesarios que funciona bastante bien para comunicar que esta Land Cruiser Prado no es como las demás.
Bienvenido a la era turbo-híbrida
No es un monoplaza de Fórmula 1, pero la Toyota Land Cruiser Prado 2024 estrena motores con asistencia híbrida y turbo. En concreto la familia 2.4 de 4 cilindros TA24-FTS presente también en la Tacoma y Highlander. En la Prado más potente eroga 325 caballos de potencia y 630 Nm de torque.
Otros mercados recibirán este mismo motor sin la asistencia eléctrica, con 276 hp y 430 Nm de par motor. Los motores de la Hilux también dicen presente, con la alternativa más frugal de 2.7 litros aspirada (160 hp) o el propulsor diésel que también mueve a la Fortuner, con 201 equinos y 500 Nm de torque.
Todas las versiones tendrán un sistema 4×4, cortesía del chasis de escalera de la serie LC300 (TNGA-F) pero sin estabilización de chasis electrónica como su hermana mayor. La idea es hacer que la nueva Prado sea asequible y tenga con qué competir contra las favoritas del segmento 4×4, es decir el Jeep Wrangler y Ford Bronco. Así haya una clara diferencia de tamaño, ya que la Prado se extiende hasta los 4.9 metros de largo.
Aun así el modelo cuenta con frenos ABS con EBD, control de tracción con selector de marcha baja y terreno, cámara 360° con monitor off-road y un notable ángulo de ataque de 31°; aunque el ventral y de salida (22 y 25 grados) no son tan notables. No obstante, el chasis reforzado lo compensa para protegerse de las rocas y otros obstáculos.
Revitalizando la línea 4×4 de Toyota
El diseño interior no tiene tantos toques retro como el exterior, pero es un salto inmenso en comparación a la anterior Prado. Esta serie 250 como la llama Toyota estrena un clúster digital, con un sistema de info-entretenimiento más moderno de 8 o 12.5” dependiendo la versión. Es una cabina moderna pero que luce más utilitaria, en contraste a la sensación premium que intentaba comunicar el modelo anterior.
La misión de Toyota es hacer que la Land Cruiser Prado sea más asequible, rondando un precio de 50.000 USD por el modelo base en EE.UU. Toyota quiere que esta sea la camioneta para aventureros, dejando atrás su reputación citadina de camioneta para escoltas o personajes importantes.
En ese sentido se puede decir que Toyota puso “patas arriba” a la Prado para que recordara sus orígenes utilitarios. Y parece que funcionó.
