Estilo es eso que toma años lograr, que no todos tienen y que a unos le sale de forma natural. Estilo es lo que tiene esta BMW R 18 llamada One Eight “C” y que pasó por las manos de Paul Yaffe. A este señor le encargaron crear una BMW personalizada, algo para que los harlistas acérrimos se mordieran los labios. Para lograrlo, Yaffe tomó una R18 por su cuenta e hizo un viaje de más de 10.000 km para conocer la moto. Cuando volvió, ya tenía una idea y ahí fue donde le imprimió su estilo a la R 18. ¿La fuente de inspiración? El hermoso Mercury Lead Sled de los años 50.
Creando a la reina de las baggers
Cuando Paul Yaffe empezó a crear a la BMW R 18 One Eight “C” tenía tenía claro que debía preservar al máximo la esencia de la moto. Aun así, empezó por ponerle una gigantesca rueda delantera de 26 pulgadas creada a partir de un bloque sólido de aluminio. La llanta de 180 mm también es única debido a que está hecha a mano. A partir de ahí empezó a modificar lo necesario para que esa rueda encajara en la moto, como los guardafangos, el alerón del radiador y las barras de la suspensión delantera. El manillar también es nuevo y es una modificación especial de la colección Yaffe Monkey Bars.
El carenaje delantero está personalizado y adaptado para cubrir la estructura del frente, puesto que trataron de mantenerla lo más original posible. Los parlantes, el tablero y las tapas permanecieron sin cambios. En la parte trasera cambiaron las luces, los paneles y la posición de la matrícula, todo para darle estilo de hot rod.
Funcionalmente hermosa
Aunque parezca una moto con compromisos, Paul Yaffe y BMW se encargaron de que esta R 18 One Eight “C” fuera funcional y no solo una pieza de museo. Las maletas aún mantienen su capacidad de almacenamiento y aunque su altura al suelo es reducida, nunca estuvo pensada para salir del pavimento. Para sopesar esa baja altura, instalaron una suspensión neumática con los tanques y el compresor en la parte baja de las alforjas.
Muy fiel a su estilo, Paul dejó un sistema de escape directo, sin convertidores catalíticos. Por otro lado, los silenciadores son nuevos, de 3 pasos que son casi imperceptibles a la vista, dejando la ilusión de que es un sistema de salida directa. Una construcción así no requiere llamar la atención con diseños extravagantes, solo con una pintura negra basta para lograr el efecto. Aun así, para añadirle un poco de color, pusieron un asiento personalizado con cuero en color rojo sangre. Este es un proyecto único e irrepetible por parte de BMW, así que no lo espere en su concesionario local, pero lo puede usar como inspiración para su propio proyecto. Esperamos que pueda igualar el estilo de Paul Yaffe, aunque lo veo complicado.
