Señoras y señores, hora de todos entrar a Gran Turismo y manejar la joya que nuestros papás, abuelos, tíos o conocidos tuvieron, esa con la que crecimos y alguna vez nos encantó con su sencillez. El eterno Renault 4 cobra vida de forma digital y es parte de la más reciente actualización de Gran Turismo 7, listo para desatar toda su furia en el circuito y rally, así como los hermanos Marreau o la Copa Renault 4 que se disputó en Colombia.
Y sí, yo sé que en la actualización (gratuita, por cierto) llega el Audi TT de segunda generación y el Mitsubishi Lancer Evo IX MR. Dos modelos divertidos en su propio acorde, pero hay cierto encanto de tener un vehículo clásico tan cotidiano y tan ubicuo como lo fue el R4 en un videojuego.
Encanto francés
Esta actualización es gratuita, así que para adquirir un Renault 4 sólo tiene que dirigirse a la sección de usados de Gran Turismo 7 y allí lo encontrará. En concreto, es un R4 1985 de tercera serie dotado con un nuevo (para su época) motor Cleón de 1,108 cc y 34 furiosos caballos de potencia a las ruedas delanteras.
El R4 GTL se destacaba por ser el más “completo” de toda la gama, con una nueva parrilla rectangular en plástico, defensas con paragolpes en goma, molduras grises adornando los costados y un interior rediseñado, ahora con un velocímetro redondo junto a una serie de testigos y botones. Quizá es el R4 más conocido por todo el mundo y ahora está para su disfrute digital y oficial en un videojuego.
Es más, curioso que es el R4 GTL el elegido, en contraste al más clásico presente en Forza Horizon 5. Para quienes tienen los dos juegos, pueden disfrutar de ambas versiones y, si quiere ser más vieja escuela, en Driver 3 el R4 aparecía en versión pickup y furgón.
Dosis pura de nostalgia… a través de un videojuego
Para aquel que juega Gran Turismo 7, el Renault 4 no será difícil de conseguir. En promedio flota entre los 20 y 30.000 créditos y a cambio tiene una pieza de colección parte de la infancia de muchos. Quizá quiera recordar a su abuelo o papá conduciendo este bello R4, así sea solo en la virtualidad. O tal vez no puede darse el lujo de encontrar un R4 para tener en la vida real, así que los videojuegos son el escape perfecto para experimentar al “Amigo Fiel” o “Cuatro Latas”.
Por cierto, el nivel de detalle en su cabina es exquisito y sí, el piloto hace los cambios de marcha de forma correcta y fiel al verdadero. De forma superficial, el R4 se puede modificar con piezas para que luzca como ese R4 que compitió en el Dakar o como un R4 TL con su parrilla negra.
Ahora si me disculpa, iré a pasar horas incontables con este R4 en ese universo virtual.
