Otra aventura de FUEL en el extranjero nos lleva, una vez más, a nuestra tierra hermana de México, que alberga uno de los mercados más interesantes del continente y, por qué no, del mundo. Y nos hemos movilizado en algo que nos abre los ojos de cara a la posición de CUPRA en Colombia: el Formentor VZ, modelo que adorna esta reseña o review.
Si algo hace especial a CUPRA, es que logró salirse del molde en una escalera corporativa que en el papel le impondría demasiados limitantes. Esa escalera compuesta por todas las marcas del Grupo Volkswagen en teoría estaba bien cerrada en sus espacios, hasta que la mente brillante de un ex-presidente de SEAT decidió convertir a su división deportiva en una marca más, con todo y modelos individuales.
Un poco de contexto
Así, CUPRA queda por encima de SEAT e incluso de la tradicional Volkswagen con todo y sus propuestas europeas plenamente al día, cercada en la zona superior por Audi. A Colombia tiene tiempo que se lanzó el Formentor, con la imponencia estética y el equipamiento esperado al precio correcto, si bien el área de oportunidad es importante cuando nos ponemos a pensar que el nombre de esta marca es sinónimo de alto desempeño y deportividad. ¿Cuál siempre fue la punta de lanza de CUPRA? Precisamente el SEAT León que de fábrica podía entregar cifras en el orden de los 300 caballos, pero costando menos que un Golf GTI con 230 caballos.
A la operación de CUPRA en Colombia pareciera que se olvidó la verdadera esencia de la marca cuando ahorita viven de un modelo y una versión. Y el potencial de CUPRA lo notamos con claridad al convivir en en ciudad y carretera con el fantástico Formentor VZ que adorna este review, que tiene todas las herramientas para pelear en un nicho que ya existe, sea aquí en Colombia o el resto del mundo.
¿Recuerdan los BMW X1 y X2 que se lanzaron en estos días en su versión M35i con 300 caballos de potencia? Su rival directo se encuentra en el regular Mercedes-AMG GLA 35, también con más o menos 300 caballos. Mismo tamaño, segmento y versión en la práctica, pero con la propuesta diferenciada de cada fabricante que, a nuestro juicio, favorece a BMW en este caso.
¿Quién queda faltando? Audi. Pero no porque Audi no lo quiera, pues por ahí tiene el RS Q3 que ya se sube a los 400 caballos y se cambia de categoría, sino porque CUPRA ocupa el lugar de ese teórico Q3 de 300 caballos (un teórico SQ3) y lo convierte en el Formentor VZ: un crossover compacto de 310 caballos, 400 Nm de torque, tracción integral permanente y una puesta a punto lista para soportar un conjunto capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4.9 segundos, mientras a fondo toca sin despeinarse los 250 km/h.
En el lugar correcto
El Formentor VZ es más que un Formentor con más potencia: sobre una plataforma de por sí muy capaz (la MQB del Grupo Volkswagen que da vida a decenas de productos), el familiar dos litros turbo se acompaña por una calibración general que le da un equilibrio muy cercano e incluso en algunos casos superior al de la alternativa BMW, mientras el refinamiento general está muy por encima de la Mercedes-Benz. Al final del día esto es un Audi Q3 con un traje más irreverente y hasta interesante.
Es de esperarse que el propulsor entregue una respuesta holgada. Sería redundante decir que es rápida porque no se puede esperar que no lo sea, si bien en un motor de estas características no siempre hay una calidad de funcionamiento que acompañe esa contundencia.
La entrega de torque del VZ es pareja, el escape es agresivo en su tonada solo cuando verdaderamente lo solicitamos (desaconsejamos el sonido simulado por los parlantes) y ahí, una vez más, el Formentor VZ termina pareciéndose al X1 o al X2 equivalentes, en comparación a la mayor agresividad (y no necesariamente mayor rapidez) del GLA 35. El funcionamiento de la transmisión de doble embrague es lo que delata la posición del VZ como un modelo más prestacional, con una tendencia a engranar más rápido al momento del arranque, una brusquedad esperada si bien controlable una vez acostumbrados.
¿Qué es lo que más termina sorprendiendo? Por un lado, la excelente capacidad de tracción de un sistema capaz de repartir la fuerza con efectividad, sin saturar el tren delantero mientras envía la abundante energía disponible también a las llantas traseras en una cuestión de décimas de segundo.
Por otro lado, la suspensión con amortiguadores ajustables en varios niveles, ya sea según el modo de manejo o a elección en el modo “Individual”, da un margen entre comodidad y rigidez que no se encuentra ni siquiera en la variante menos potente. El Formentor VZ con esta opción de equipamiento termina siendo más cómodo que la más “blanda” Formentor de 190 caballos, aún a igualdad de perfil de llanta. Esa ausencia de rigidez extrema la hace rodar, de paso, con más confianza en asfaltos irregulares, sin peligro a descolocarse en algún salto repentino y en perfecto complemento a una dirección rápida, precisa e intuitiva. Si bien no logra llegar al tacto algo más purista del Mercedes y, aunque sin la fluidez de la BMW, el CUPRA se percibe más natural al ejercer ciertos movimientos más abruptos, con una asistencia más constante.
¿Qué están esperando?
A falta de León CUPRA (perdón, de CUPRA León), el Formentor VZ es un crossover que, entregando la suficiente versatilidad en altura y espacio, se impone también con atributos técnicos asociables a lo que solían ser los SEAT más deseables en Colombia y el resto del planeta, como reveló nuestro review. El limbo en el que juega previo a Audi, si bien tomando sus bases mecánicas, hace que sea un rival de respeto de cara a las marcas premium que han querido adoptar ideas similares que Audi llevaba utilizando maś tiempo.
Es decir, tomar una base de motor transversal y tracción delantera y llevarlas a un extremo de desempeño a punta de darle vida también al eje trasero y ponerle más presión a un motor de cuatro cilindros turbo. Es la evolución del hot hatch premium llevada casi al máximo en una figura de cuatro metros y medio que también soporta un viaje en familiia, ¿para qué más? CUPRA puede crecer en Colombia y la respuesta la tienen en sus narices.